MADRID (España).- La incidencia del cáncer de piel ha aumentado un 40 por ciento en los cuatro últimos años y se estima que en el 2040 el melanoma –el tipo de cáncer de piel más agresivo y con peor pronóstico– se convierta en el segundo tumor en incidencia global y el primero en incidencia en varones, por delante del cáncer de colon y el de pulmón, según han advertido desde la Fundación Piel Sana, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Así lo han señalado en el marco de la presentación de la campaña «Euromelanoma 2023». A pesar de que es uno de los tipos de cáncer más prevenibles, el 1.7 por ciento de la población europea está afectada por esta patología y en España se diagnostican más de 78,000 nuevos casos cada año.
Los datos de incidencia reflejan una tasa de unos 120 casos por cada 100,000 habitantes para los carcinomas basocelulares y de unos 40 casos por cada 100,000 habitantes para los carcinomas escamosos de piel, mientras que la tasa de incidencia del melanoma baja a 12 casos por cada 100,000 habitantes.
Asimismo, la mortalidad no se ha conseguido reducir, se mantiene estable, pues el 20% de los melanomas crecen muy rápido y solo pueden detectarse mediante autoexploración.
Por ello, la Fundación Piel Sana, a través de su campaña anual “Euromelanoma”, quiere poner el foco en esta edición en los adolescentes y adultos jóvenes, con el objetivo de incidir en la mejora de sus hábitos de exposición solar y prevenir el cáncer de piel, transmitiendo la importancia de autoexplorarse durante unos minutos al mes.
Para ello, es necesario un cambio «cultural», a fin de dejar de asociar el bronceado con la belleza y la salud. De hecho, tal y como ha recordado la coordinadora nacional de la campaña, Ángeles Flórez, el bronceado es «un mecanismo de defensa de la piel frente a la quemadura solar».
Así las cosas, la AEDV ha recordado que tener la piel clara, los ojos claros, el cabello rubio o pelirrojo, contar con muchos lunares, tener algún familiar diagnosticado de cáncer de piel, utilizar las cabinas de rayos UVA, estar muchas horas expuesto a la radiación y las quemaduras solares son factores de riesgo a la hora de padecer cáncer de piel.
Hábitos dermosaludables de protección
En este sentido, como insiste la doctora Flórez, «los hábitos de la infancia y adolescencia pasan factura a lo largo de la vida y la radiación ultravioleta se va acumulando a lo largo de los años».
Por ello, ha incidido en la importancia de evitar la quemadura solar. Esto no quiere decir que se deban evitar las actividades al aire libre, sino que hay que realizarlas con una adecuada protección, reaplicándola cada dos o tres horas, y sin que el bronceado sea el objetivo.
Así, esta especialista considera que la exposición solar debe realizarse de una forma gradual para facilitar la adaptación de la piel y favorecer los mecanismos naturales de defensa evitando, sobre todo, la exposición directa en las horas centrales del día.
«No debe olvidarse que algunas superficies, como la arena, el agua, la nieve o la hierba reflejan la radiación como si fuesen un espejo, aumentando así la intensidad de la radiación que recibe nuestra piel y pudiendo alcanzarnos bajo una sombrilla», concreta.
Además, la aplicación de cremas de protección solar de amplio espectro en las zonas que se van a exponer y repetir su aplicación es un punto «clave» en la prevención, según esta dermatóloga.
En esta misma línea, el doctor Eduardo Nagore, coordinador de la campaña con Europa, recuerda que no hay que olvidar recurrir a los espacios de sombra y a las medidas físicas.
«Lo más indicado es utilizar prendas que tengan un efecto protector testado. También es de ayuda el uso de una gorra o un sombrero con ala ancha y de gafas de sol homologadas», ha recomendado.
Fuente Europa Press / foto Twitter