WASHINGTON (EEUU).- El uso inadecuado de la inteligencia artificial puede perjudicar hoy a los pacientes por un diagnóstico erróneo o un tratamiento equivocado, aseguró el jefe de Sistemas de Información y Salud Digital de la OPS. Marcelo D´Agostino.
Sobre esa base el experto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirmó que esa herramienta se puede usar, pero las decisiones siempre deben estar a cargo de un profesional sanitario capacitado.
Recordó que su utilización se remonta a la década de los 60 y 70, cuando empezaron los llamados sistemas expertos, pero el principal punto de inflexión fue en 1980, cuando aparecieron las computadoras que aprenden y automáticamente llevan a cabo análisis a partir de grandes cantidades de datos médicos.
En sus revelaciones aclaró que con esos algoritmos con capacidad de aprender, en la década de los 90 comenzó propiamente el uso de la inteligencia artificial en la interpretación de imágenes como radiografías o resonancias magnéticas.
Después llegó otro gran movimiento, el de la inteligencia del big data, de los datos masivos, empleada para analizar los grandes conjuntos de datos que dio lugar a lo que hoy es posible: modelos de predicciones, descubrimientos, e inclusive de fármacos, agregó.
Esto sin incluir la detección temprana de enfermedades a partir de datos genéticos, y lo más visible después de la aparición de los chatbots o herramientas para conversar con máquinas: la gran ola de los últimos meses con el ChatGPT y otras herramientas con las que se puede conversar y a las que se puede pedir información.
D´Agostino consideró que con la inteligencia artificial se pueden hacer diagnósticos, pero siempre debe ser controlada o supervisada por seres humanos.
“Es decir, no dejar que la herramienta haga el diagnóstico y confiar un 100 por ciento en ese diagnóstico, porque también se han identificado algunas fallas”, significó.
En su opinión hoy se asiste a un momento de convergencia donde hay mucho profesional que utiliza la inteligencia artificial o que tiene acceso a estas tecnologías, a pesar de que no tuvo contacto con nada de la salud digital en su formación.
Al respecto, insistió en la importancia de que se utilicen algoritmos transparentes o conocidos, de no ser así, no se sabe lo que hay por detrás de un software basado en inteligencia artificial. “Si uno no conoce lo que hay por detrás, el riesgo es aún mayor”, puntualizó.
D´Agostino insistió en que un profesional de la salud tiene que asumir siempre la responsabilidad final de cualquier decisión clínica.
¿Puede la inteligencia artificial cambiar la experiencia del paciente?
Fuente y foto Prensa Latina