ROMA (Italia).- El Papa Francisco se reunió esta mañana con 200 artistas, entre ellos los escritores españoles Javier Cercas y Cristina Morales, la francesa Amèlie Nothomb, el cantante Caetano Veloso o el autor italiano Alessandro Baricco, a los que ha instado a ser «los intérpretes» del grito «silencioso» de los pobres.
«Los preferidos de Cristo, en todas las formas en que uno es pobre hoy. Los pobres también necesitan el arte y la belleza. Algunos experimentan formas muy duras de privación de la vida; por eso, la necesitan más. No suelen tener voz para hacerse oír. Vosotros podéis ser los intérpretes de su grito silencioso», ha instado.
En la cita en la Capilla Sixtina -con motivo del 50 aniversario de la inauguración de la Colección de Arte Moderno y Contemporáneo de los Museos Vaticanos- el Pontífice ha remarcado la «relación natural y especial» de la Iglesia con los artistas porque el creador se toma «en serio la profundidad inagotable de la existencia, la vida y el mundo, incluso en sus contradicciones y lados trágicos».
«El artista nos recuerda a todos que la dimensión en la que nos movemos, aunque no seamos conscientes de ello, es la del Espíritu. Su arte es como una vela que se llena del Espíritu y nos mantiene en marcha. La amistad de la Iglesia con el arte es, pues, algo natural. Pero es también una amistad especial, sobre todo si pensamos en los muchos tramos de historia que hemos recorrido juntos, y que pertenecen al patrimonio de todos, creyentes y no creyentes. Conscientes de ello, esperamos también nuevos frutos en nuestro tiempo, en un clima de escucha, libertad y respeto. La gente necesita estos frutos, frutos especiales», ha dicho el Papa al principio de su discurso.
El Supo Pontífice ha comparado el artista con un niño porque «se mueve ante todo en el espacio de la invención, de la novedad, de la creación, de traer al mundo algo que nunca se ha visto antes. Al hacerlo, rechaza la idea de que el hombre es un ser para la muerte».
El Papa ha citado a la pensadora judía Hannah Arendt, que afirma que lo propio del ser humano «es vivir para aportar novedad al mundo». «Ustedes, los artistas, se dan cuenta de ello afirmando su originalidad. En vuestras obras siempre os ponéis a vosotros mismos, como seres irrepetibles que todos somos, pero con la intención de crear aún más. Cuando el talento os asiste, sacáis a la luz lo inédito, enriquecéis el mundo con una nueva realidad», ha afirmado.
El Papa Francisco ha pedido a los artistas tener «ojos que miran y que sueñan. No basta con mirar, también hay que soñar». «Los seres humanos anhelamos un mundo nuevo que no veremos plenamente con nuestros propios ojos, y, sin embargo, lo anhelamos, lo buscamos, lo soñamos», ha añadido.
«Estáis llamados a huir del poder sugestivo de esa supuesta belleza artificial y superficial, tan extendida hoy en día y a menudo cómplice de los mecanismos económicos que generan desigualdades. Es una belleza falsa […] un maquillaje que oculta en lugar de revelar», ha dicho Francisco.
El obispo de Roma ha remarcado, además, que se siente cercano a los artistas cuando hablan de temas como «la defensa de la vida humana, la justicia social, los últimos, el cuidado de la Casa Común, el sentirnos todos hermanos. Me importa la humanidad de la humanidad. Porque también es la gran pasión de Dios».
«Una de las cosas que acercan el arte a la fe es que es un poco inquietante. El arte y la fe no pueden dejar las cosas como están: las cambian, las transforman, las convierten. El arte nunca puede ser un anestésico; da paz, pero no duerme las conciencias, las mantiene despiertas. A menudo ustedes, los artistas, también intentan sondear los abismos de la condición humana, las partes oscuras. No somos solo luz, y vosotros nos lo recordáis; pero necesitamos arrojar la luz de la esperanza en las tinieblas de lo humano, del individualismo y de la indiferencia. Ayudadnos a vislumbrar la luz, la belleza que salva», ha pedido.
Fuente Prensa Latina / foto Twitter