KIEV (Ucrania).- Los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en la planta de energía nuclear de Zaporiyia de Ucrania no han visto señales de que los ocupantes rusos hayan colocado minas recientemente, aunque han pedido tiempo para efectuar una evaluación más profunda mientras el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha reiterado su convencimiento sobre su existencia.
El equipo de expertos, que está estacionado permanentemente en la planta de energía nuclear, aún no ha obtenido acceso a algunas áreas de la instalación, según reconoció el jefe del OIEA, Rafael Grossi, en un comunicado emitido el viernes por la noche. Parte de las salas de turbinas y el sistema de enfriamiento aún tenían que ser inspeccionadas.
La semana pasada, el servicio de inteligencia militar ucraniano SBU declaró que Rusia había minado la planta y estaba planeando un ataque terrorista allí, acusaciones que Moscú negó.
«Tomamos todos esos informes muy en serio y he dado instrucciones a nuestros expertos en el sitio para que analicen este asunto y soliciten el acceso que necesitan para hacer su trabajo», ha explicado Grossi en un comunicado, en el que ha añadido que «hasta ahora no han observado ninguna mina u otros explosivos. Aún se necesitará más acceso».
Si bien el OIEA no ha visto indicios visibles de minas en sus últimas inspecciones en junio, la agencia ha reconocido que en el pasado se han colocado «minas fuera del perímetro de la planta» y «en lugares particulares dentro», aludiendo a informaciones recibidas.
Por su parte, el mismo viernes, y en entrevista a medios españoles, Zelenski reiteró en este sentido que «la planta de energía nuclear de Zaporiyia está minada, y eso es un hecho».
«El OIEA confirma que hay minas en la central nuclear, según la última información que tenían. Hay una confirmación definitiva de nuestra inteligencia de que hay minas allí. Y hay información precisa de que alrededor de 500 milicianos permanecen allí», según la entrevista, recogida a su vez por Ukrinform.
La planta de seis reactores ha estado ocupada por las fuerzas rusas desde marzo del 2022 y el verano pasado, el bombardeo regular de la planta provocó problemas con el suministro de energía externo. Por razones de seguridad, la planta se puso en parada en frío.
Sin embargo, esto no elimina el peligro de un accidente ya que la electricidad externa es necesaria para mantener los reactores fríos y otras operaciones esenciales de seguridad en funcionamiento.
Fuente Europa Press / foto Twitter