WASHINGTON (EEUU).- La formación de un colesteatoma, una acumulación anormal de células en el oído, debe tratarse a tiempo para evitar una erosión ósea que puede conllevar a la pérdida de la audición, informó hoy una fuente especializada.
Precisan los expertos que los colesteatomas están formados por quistes o protuberancias en el oído que consisten en piel, fibras de colágeno, células cutáneas, fibroblastos, queratina y tejido muerto.
Estos pueden reaparecer o volver a producirse incluso después de su extirpación quirúrgica, por lo que es importante saber cuál es su causa real.
De ahí que los investigadores analizaron tejidos de colesteatomas humanos extirpados quirúrgicamente a través de la secuenciación de ARN unicelular, para identificar las células responsables de desencadenar la erosión ósea.
Estas células fueron denominadas fibroblastos osteoclastogénico, las cuales expresaban una cantidad abundante de activina A, una molécula que regula distintas funciones fisiológicas del organismo.
La activina A provoca la erosión a través de un proceso en el que células especializadas inician la resorción ósea, y los minerales y la matriz de los huesos son descompuestos y absorbidos por el organismo.
Los investigadores lograron demostrar la relación entre la activina A y la erosión ósea en el colesteatoma, y consideraron a la activina A como un tratamiento potencial para los colesteatomas, resalta la fuente.
Fuente y foto Pensa Latina