El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, rindió homenaje a las víctimas del golpe de Estado en Chile del 11 de septiembre de 1973 con motivo del 50 aniversario del acontecimiento.
«El Golpe de Estado de 1973 fue un quiebre institucional que rompió los lazos de convivencia y marcó a generaciones de chilenos y chilenas, pero también inspiró a muchos a luchar por la justicia y la libertad. Hoy (11 de septiembre) rendimos homenaje a las víctimas de ese periodo oscuro y a todas las personas que han trabajado incansablemente para sanar heridas y construir una sociedad más inclusiva y justa«, señalo Guterres en su mensaje.
El secretario general de las Naciones Unidas compartió que el suceso histórico, que derivó en la muerte del entonces presidente chileno Salvador Allende (1970-1973), así como las conversaciones que mantuvo con refugiados chilenos perseguidos, le «conmovieron profundamente».
«Este aniversario coincide con los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La Declaración nos debe servir de guía para escuchar a todas las víctimas y sus seres cercanos, reconocer su dolor, y contribuir a su derecho a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición«, indica la nota publicada en el sitio web de la ONU.
En este contexto, Guterres recordó el plan nacional de búsqueda de desaparecidos, anunciado por el presidente de Chile, Gabriel Boric, el pasado 30 de agosto y que tiene por objetivo hallar los restos mortales de las víctimas del régimen del dictador Augusto Pinochet (1973-1990).
El plan anunciado «refleja la necesidad de continuar fortaleciendo la memoria histórica» para poder unir a la sociedad, así como para «enfrentar tareas pendientes y problemas comunes con una mirada de futuro».
«En este aniversario, celebremos el compromiso chileno con la democracia y los derechos humanos y reafirmemos nuestra dedicación para construir un mundo más justo, solidario y pacífico», puntualizó el secretario general de la ONU.
El 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas de Chile, al mando del general Augusto Pinochet, bombardearon la sede de Gobierno, el Palacio de La Moneda y derrocaron al presidente socialista Allende.
Durante la dictadura de Pinochet más de 28.000 personas fueron torturadas, 3.227 fueron asesinadas y unas 200.000 fueron obligadas al exilio, según los datos oficiales.
De los ejecutados, 1.469 fueron desaparecidos y solo 307 de ellos han sido ubicados, identificados y entregados a sus familiares.
Texto: Con información de Sputnik y Naciones Unidas
Foto: Europa Press
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