Cuando una investigación conjunta publicada en diciembre de 2023 por Amnistía Internacional y el Washington Post reveló que los periodistas de la India estaban siendo vigilados por el software espía Pegasus, a Siddharth Varadarajan, editor fundador de The Wire, no le sorprendió encontrarse entre los vigilados.

«Considerando el ambiente que se vive actualmente en mi país, no me extrañó que mi nombre estuviera en esa lista», dijo.

Desarrollada por la empresa israelí NSO Group y vendida únicamente a organismos gubernamentales y policiales, Pegasus es un arma cibernética capaz de infiltrarse en teléfonos móviles y recopilar gran cantidad de datos de mensajería, correos electrónicos y otros. También puede activar las cámaras y micrófonos del dispositivo, todo ello sin que el propietario se dé cuenta.

«Me enojó mucho que las autoridades nos sigan persiguiendo por hacer nuestro trabajo», dijo Varadarajan, quien también estuvo entre los 40 periodistas indios espiados con el software en 2021. De acuerdo con la investigación Proyecto Pegasus de Forbidden Stories y Amnistía Internacional, ese año más de 300 números de teléfono de la India aparecieron en una lista de personas vigiladas por clientes de la empresa. Además de destacados periodistas, la lista incluía al líder del Congreso, Rahul Gandhi, y al excomisionado electoral Ashok Lavasa, ambos considerados amenazas para el gobernante Partido Popular Indio (BJP), así como a docenas de activistas y políticos de oposición.

«Si bien me inquietó bastante enterarme de que estaba siendo objetivo de Pegasus, The Wire probablemente encabeza la lista de medios que el gobierno actual desaprueba, así que nunca me sorprendió», dijo Varadarajan.

Muerte de la libertad de prensa

El gobierno indio ha sido acusado durante años de utilizar software de piratería informática contra disidentes y adversarios. En 2018, Pegasus fue supuestamente desplegado para espiar a activistas dalit acusados de estar implicados en la violencia de Bhima Koregaon, en el oeste de Maharashtra. Muchos de ellos siguen en la cárcel, y algunos fueron vigilados de nuevo por Pegasus tres años después.

En octubre de 2023, Apple emitió notificaciones de amenazas a los usuarios de iPhone que podrían haber sido blanco de «atacantes patrocinados por el Estado». En la India, al menos 20 políticos de la oposición y periodistas, incluido Varadarajan, recibieron las notificaciones.

La controversia ha suscitado nuevos debates sobre la privacidad y la menguante libertad de prensa del país, que ha pasado de «problemática» a «muy mala» en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras.

«El uso de spyware contra periodistas es la muerte de la libertad de prensa, porque la idea es impedir que trabajemos en historias que el gobierno quiera ocultar», señala Varadarajan.

Varadarajan no es el único periodista a quien ya no sorprende la vigilancia patrocinada por el Estado, especialmente bajo el gobierno fundamentalista hindú del BJP, en el poder desde 2014 y que compite por su tercer mandato a finales de este año.

«Este gobierno ha despojado la esencia de mi privacidad», dice Swati Chaturvedi, periodista de investigación y autora que también ha sido blanco de Pegasus.

«Me espiaban las 24 horas del día, los siete días de la semana, incluso en mis momentos privados», cuenta. «Cuando decides ser periodista, no te apuntas a este tipo de abusos por parte de tu propio gobierno, especialmente en una democracia».

Los periodistas de la India también suelen sufrir acoso e intimidación de organismos gubernamentales, entre otras formas de represalia por su trabajo.

Total impunidad

Desde que la investigación Proyecto Pegasus salió a la luz en 2021, expertos en derechos digitales y partidos de la oposición han exigido al gobierno indio que asuma su responsabilidad y proponga una legislación que aborde la protección de datos y el derecho a la intimidad.

El BJP nunca ha negado explícitamente el uso del spyware, pero ha rechazado las conclusiones del Proyecto Pegasus, calificándolas de «conspiración» de la oposición para «descarrilar» el progreso del país.

«Este gobierno quiere dar la impresión que no se produjo ninguna actividad ilegal», dice Prateek Waghre, director ejecutivo de Internet Freedom Foundation. «Eso significa que hay que creerle porque no hay forma de saber lo que realmente ocurrió».

Para determinar si se utilizaron programas espía contra los ciudadanos, el Tribunal Supremo indio creó un comité técnico para investigar las revelaciones de 2021 sobre Pegasus. Sus conclusiones se sellaron y nunca se hicieron públicas, una decisión que, según expertos, plantea interrogantes sobre la falta de transparencia de las instituciones indias. «La falta de supervisión judicial y legislativa ha envalentonado al gobierno para utilizar Pegasus de nuevo y no enfrentarse a ninguna repercusión», afirma Waghre.

Con la disminución de la privacidad y el aumento del acoso, a los periodistas indios les resulta cada vez más difícil hacer su trabajo

«Recibí el Premio Reporteros Sin Fronteras a la Libertad de Prensa en 2018, pero no quiero que me pongan como ejemplo de valentía», dice Chaturvedi, quien ha sido objetivo sistemático de trolleos y amenazas en las redes sociales. Chaturvedi se considera una periodista que simplemente intenta hacer su trabajo, no una activista.

«Si el gobierno se venga de mí por hacer mi trabajo y me acosa a escala industrial, se hace imposible ejercer mi profesión, sobre todo cuando no tienes apoyo institucional», afirmó.

Sin recursos legales ni protección de datos, los periodistas del país no se atreven a utilizar el móvil para trabajar. «Nos preocupa especialmente la seguridad de nuestras fuentes y contactos», dice Varadarajan. «Es un desafío doble: no solo protegernos a nosotros mismos, sino también a nuestras fuentes, ya que las autoridades parecen tener acceso a prácticamente todo lo que hacemos en nuestros teléfonos inteligentes».


Foto de Tobias Tullius en Unsplash.