Esta realidad a la que se enfrentan las grandes publicaciones es la misma a la que se han enfrentado los freelancers a lo largo de sus carreras. Deben aprender a prosperar —y no solo a sobrevivir— en un territorio de incertidumbre económica.
A continuación, alguna de las lecciones aprendidas por estos trabajadores autónomos.
Talento, sobre todo
Los grandes medios suelen contar con numerosos recursos, desde equipos de redacción y productores hasta editores y asesores jurídicos. Sin embargo, lo que atrae cada vez más a los consumidores es el talento individual: periodistas en los que sienten que pueden confiar y que tienen valores afines a los suyos.
El experimentado periodista freelance Jason Diamond, que escribe principalmente sobre cultura, cree que los lectores buscan su trabajo, independientemente de dónde publique, por la reputación que se ha logrado forjar. «Me estoy dando cuenta de que la gente lee un trabajo mío porque es un trabajo mío», me dijo.
Los medios podrían tener más éxito si utilizaran sus recursos para potenciar a periodistas cualificados y fomentar nuevos talentos, en lugar de tratar de encontrar personas que encajen en una estrategia editorial en constante evolución.
«Los periodistas individuales, sobre todo los freelance, aportan algo único que cala en las audiencias. Según mi experiencia, por eso me buscan a mí», afirma Julia Melim, periodista brasileña especializada en estilo de vida.
Aprende de los influencers
En la mayoría de los casos, los influencers de las redes sociales no han recibido la formación de los periodistas profesionales. Sin embargo, los consumidores recurren cada vez más a ellos para informarse. Esto es especialmente cierto entre los jóvenes que utilizan aplicaciones como TikTok e Instagram.
Los influencers pueden resultar cercanos y accesibles. Según un estudio del Instituto Reuters y la Universidad de Oxford, el 55% de los usuarios de TikTok y el 52% de los usuarios de Instagram recurren a influencers para informarse. Esto está muy por encima del 33% en TikTok y el 42% en Instagram, respectivamente, que acuden a los medios convencionales en busca de noticias.
«Para mí, el engagement en redes lo es todo. Es el tipo de persona que soy y quiero que se note a medida que me acerco a los lectores», afirma Diamond. «Creo que el engagement muestra a los consumidores quién eres y les ayuda a entender lo que obtendrán al leer tu trabajo».
El engagement no tiene por qué limitarse a las redes sociales. Los editores deben animar a los periodistas a ser también miembros más activos de sus comunidades locales. Esto puede implicar asistir a más actos en la comunidad mientras se trabaja o quizá trabajar en una cafetería local algunos días en lugar de en la redacción.
Invierte en periodistas
Reconoce que el periodismo es, en esencia, un servicio público. Invertir en los periodistas genera confianza en la audiencia. Ofrecer salarios sostenibles y contratos a más largo plazo beneficia tanto a los propios periodistas como a las comunidades para las que trabajan.
Para Diamond, la elevada rotación del staff, habitual hoy en día en muchas redacciones, repercute negativamente en la confianza de los lectores: «La gente ya no confía en los periodistas, y en parte se debe a que entran y salen de sus puestos».
Esto va en perjuicio de los lectores; como en cualquier relación, crear confianza no es algo que se logra de la noche a la mañana.
«A los periodistas no se les da tiempo para madurar o convertirse en una voz con la que alguien se sienta cómodo», añade Diamond.
Recurre a los humanos, no a la IA
Los consumidores de noticias quieren a alguien que les dé las noticias y con quien puedan interactuar en el medio que prefieran. «Necesitamos redactores que estén dispuestos a decir: ‘soy real, estoy acá y estoy disponible'», insiste Diamond.
En medio de las sorpresas que nos ha dado la inteligencia artificial en el último año, puede resultar tentador recurrir a esa tecnología para ganarse a los lectores. Pero es insuficiente. Cuando se trata de generar confianza, sigue siendo más eficaz que las noticias sean transmitidas por personas. Según un estudio reciente, el 59% de los consumidores prefiere contenidos informativos elaborados por humanos, con poco o ningún apoyo de la IA.
El periodismo exitoso construye relaciones sólidas con las fuentes y los consumidores. Esto requiere una conexión humana, dice Melim: «Parte de contar una historia tiene que ver con el elemento humano que solo se consigue conectando con alguien, y eso es algo que la IA no puede reproducir».
Foto de Kristin Wilson en Unsplash.