MOSCÚ.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reconoció este lunes que el atentado del pasado viernes en una sala de conciertos a las afueras de Moscú fue obra de islamistas radicales, pero abogó por investigar «quién se beneficia» de un suceso que arroja ya un balance de al menos 139 muertos.
«Sabemos que el crimen fue cometido por manos de islamistas radicales, con la ideología de la que el propio mundo islámico ha estado luchando durante siglos», manifestó Putin durante una rueda de prensa con motivo de las medidas adoptadas por las autoridades rusas tras el atentado.
Sin embargo, el mandatario ruso insistió con su teoría de que las autoridades de Ucrania puedan estar relacionadas con el ataque y exigió que las investigaciones avancen para esclarecer «quién se beneficia» del suceso. «Nos interesa saber quién es el cliente», manifestó, según recoge la agencia Interfax.
«Hay una cosa absolutamente clara: el terrible crimen cometido el 22 de marzo en la capital de Rusia es un acto de intimidación. La pregunta surge inmediatamente. ¿Quién se beneficia de ello?», señaló un Putin que vincula lo ocurrido con quienes se han enfrentado a Rusia «de manos del régimen neonazi de Kiev desde 2014».
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«Los nazis, como bien es sabido, nunca han desdeñado los medios más sucios e inhumanos para lograr sus objetivos. Especialmente hoy, cuando su anunciada contraofensiva ha fracasado por completo», añadió el mandatario ruso, que considera que los autores del ataque buscaban sembrar el caos en el país y, sin embargo, han visto «unidad y determinación por resistir este mal».
Una sala de conciertos ubicada a las afueras de Moscú fue el viernes escenario de un ataque terrorista perpetrado por cuatro sujetos armados que se cobraron la vida de al menos 139 personas, según el último balance confirmado este mismo lunes por las autoridades rusas.
Las fuerzas de seguridad rusas lograron la captura de los cuatro supuestos autores de los disparos, que han reconocido su culpabilidad ante la Justicia. El director del Comité de Investigación de Rusia, Alexander Bastrikin, anunció la detención de otros tres supuestos colaboradores.
Europa Press