Estados Unidos y Reino Unido han dado un paso importante al firmar el primer acuerdo bilateral del mundo para regular los riesgos emergentes de la Inteligencia Artificial (IA). Esta colaboración se centra en las pruebas de seguridad de los modelos más avanzados de IA, con el objetivo de evaluar y mitigar los posibles peligros que puedan surgir.
La ministra de Ciencia del Reino Unido, Michelle Donelan, y la secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, han establecido un marco para compartir conocimientos técnicos, información y competencias en materia de seguridad de la IA. Este acuerdo histórico busca garantizar que la IA se desarrolle de manera segura y responsable, considerando los desafíos éticos y tecnológicos que presenta esta tecnología emergente.
Este acuerdo se produce tras los compromisos anunciados en una Cumbre sobre Seguridad de la inteligencia artificial celebrada en Bletchley Park en noviembre.
“Todos sabemos que la inteligencia artificial es la tecnología que definirá nuestra generación”, dijo Raimondo. “Esta asociación acelerará el trabajo de nuestros dos institutos en todo el espectro para abordar los riesgos ligados a nuestras preocupaciones sobre seguridad nacional y las preocupaciones de nuestra sociedad en general”.
En el marco de la asociación formal, Reino Unido y Estados Unidos tienen previsto realizar al menos un ejercicio de prueba conjunto en un modelo de acceso público y están estudiando la posibilidad de explorar intercambios de personal entre los institutos.
Ambos están trabajando para desarrollar asociaciones similares con otros países para promover la seguridad de la inteligencia artificial.
“Se trata del primer acuerdo de este tipo en todo el mundo”, dijo Donelan. “La inteligencia artificial es ya una extraordinaria fuerza para el bien en nuestra sociedad, y tiene un enorme potencial para afrontar algunos de los mayores retos del mundo, pero sólo si somos capaces de controlar esos riesgos”
Ambos países tienen previsto compartir información clave sobre las capacidades y los riesgos asociados a los modelos y sistemas de inteligencia artificial, así como sobre la investigación técnica en materia de seguridad y protección de la inteligencia artificial.
La colaboración internacional es esencial para garantizar que la IA beneficie a la sociedad en general y se utilice de manera ética y segura.
Fuente: tynmagazine.com