Marlon Brando: el mundo recuerda los 100 años del natalicio del afamado actor

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LOS ÁNGELES (EEUU).- De “Un tranvía llamado deseo” a “El Padrino” o “El último tango en París”, el mundo recuerda hoy al actor Marlon Brando a 100 años de su nacimiento.

El eterno hombre galán –diríase, el prototipo de belleza masculina–, Marlon tuvo una infancia agobiado por una condición bipolar de su mamá, y un padre violento y abusivo que se burlaba de él.

Nació en Omaha, Nebraska, fue actor de cine y de teatro, y su Su formación e instrucción en las tablas fue llevada a cabo por Stella Adler, una de las más prestigiosas profesoras que desarrollaron el trabajo de Stanislavski en Nueva York.

Una leyenda de las artes dramáticas, el hombre que llevó el método Stanislavski al más alto nivel, a un sacratísimo lugar. Ese fue Brando, quien acudía al Actor’s Studio interesado en las clases de Elia Kazanun, un director de cine y escritor estadounidense de origen griego.

Se convirtió en actor de teatro a mediados de 1940 y de cine a comienzos de 1950.

A lo largo de su carrera, Brando recibió múltiples reconocimientos por sus logros artísticos, entre ellos, dos premios Oscar al mejor actor por “On the Waterfront” (1954) y “El Padrino” (1972); dos Globo de Oro y tres Bafta, de la academia británica.

Comenzó una carrera teatral gracias a que se enteró de las audiciones de Tennessee Williams y obtuvo el papel principal en “Un tranvía llamado Deseo”; luego hizo la versión cinematográfica, acompañado por Vivien Leigh en una dramática y espectacular.

Ganó el Oscar por darle vida a Vito Corleone en la legendaria película junto a Al Pacino “El Padrino”, pero lo rechazó en favor de Sacheen Littlefeather –nacida Marie Louise Cruz​– una activista de los derechos civiles de los pueblos indígenas estadounidenses.

Marcó el fin de los 70 con su interpretación del Coronel Kurtz en esa obra maestra llamada “Apocalypse Now!”, de Francis Ford Coppola. Quizás la actuación más corta del cine para transformarlo todo.

Llegó Brando a Filipinas a filmar, se encerró tres días en su trailer. Era Kurtz, un capitán en misión que comandaba una partida de fuego y estaba allí para encontrar y matar a un oficial renegado en Cambodia.

Según una biografía titulada “Brando en el ocaso”, escrita por Patricia Ruiz, pasó sus últimos años al borde de la indigencia viviendo de su seguro social, se transformó en un ermitaño y vendió sus posesiones en Tahití para poder sobrevivir.

Falleció el 1 de julio del 2004 en Los Ángeles, a los 80 años de edad.

Fuente Prensa Latina / foto X

 

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