OKLAHOMA (EEUU).- El preso estadounidense Michael DeWayne Smith ha sido ejecutado este pasado jueves en Oklahoma en lo que se trata del duodécimo ejercicio de la pena capital en el estado norteamericano desde su reanudación en octubre del 2021 tras un paréntesis de más de seis años.
Smith, de 41 años en el momento de su fallecimiento, fue condenado a muerte tras ser hallado culpable de dos asesinatos por arma de fuego en octubre de 2002. Asociado a la banda criminal Oak Grove Posse, siempre mantuvo su inocencia y aseguró que una confesión que efectuó en su momento ante la Policía era inválida porque habló bajo los efectos de las drogas.
La primera víctima de Smith fue Janet Moore, de 40 años, que recibió un disparo en su apartamento. La segunda, Sharath Babu Pulluru, de 24 años, recibió nueve disparos en un colmado. Smith roció a su víctima con gasolina de mechero y la prendió fuego. Ninguna de ellas era su objetivo original, de acuerdo con los registros del proceso recogidos por el diario local The Oklahoman.
La ejecución de Smith, mediante inyección letal, ocurrió después de una concentración de activistas contra la pena de muerte ante la mansión del gobernador del estado, el republicano Kevin Stitt. Durante la misma, el presidente de la ONG Coalición para Abolir la Pena de Muerte, Don Heath, describieron a Smith como una persona con discapacidad intelectual que estuvo «mal asesorado» por sus abogados al insistir en su inocencia en lugar de reconocer su culpabilidad y pedir clemencia.
El arzobispo de Oklahoma, Paul S. Coakley, ha lamentado la ejecución de Smith. «La pena de muerte es una solución fallida en su aplicación y sujeta a error y juicios preconcebidos», ha lamentado en un comunicado.
Este viernes, la Unión Europea también se ha sumado a la condena y deplorado también la próxima ejecución de Brian Dorsey en el estado de Misuri el próximo 9 de abril.
«La Unión Europea se opone por principios a la pena de muerte bajo cualquier circunstancia porque es una violación del derecho a la vida, no sirve para desalentar a los criminales y representa un castigo definitivo que vuelve irreversibles los errores judiciales».
Bruselas, así, seguirá llamando a la «abolición universal de la pena de muerte y la puesta en marcha de una moratoria a los estados norteamericanos», concretamente una decena «que todavía la mantienen en vigor» y siguen aplicándola con regularidad.
Fuente Europa Press / foto X