NACIONES UNIDAS – El mundo conmemora el 30 aniversario de la primera e histórica Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), celebrada en El Cairo en 1994, mientras una pregunta persiste: ¿Ha progresado o retrocedido el mundo en la aplicación de algunas de las recomendaciones del Programa de Acción aprobado por 179 Estados miembros de la ONU?
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), la Conferencia articuló «una nueva y audaz visión sobre las relaciones entre población, desarrollo y bienestar individual».
El Programa de Acción con que concluyó la Conferencia, con visión de futuro(ampliado en 2010), «sigue sirviendo de guía integral para el progreso del desarrollo centrado en las personas», considera el Unfpa.
Además, asegura, «fue notable en su reconocimiento de que la salud y los derechos reproductivos, así como el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género, son piedras angulares de los programas de población y desarrollo».
Joseph Chamie, demógrafo y consultor en temas de población, y secretario general adjunto de la CIPD, dijo a IPS que se han producido enormes cambios demográficos desde la Conferencia de El Cairo, celebrada entre el 5 y el 13 de septiembre de 1994.
«Sin embargo, el mundo sigue enfrentándose a importantes retos en materia de población y desarrollo. Entre esos retos están el crecimiento demográfico, la inmigración ilegal, las tasas de mortalidad, la igualdad de género, el calentamiento global y la degradación medioambiental», señaló el tambiénexdirector de la División de Población de las Naciones Unidas.
La población mundial, recordó el especialista, aumentó de 5700 millones en 1994 a 8100 millones en 2024, y la mitad de la población mundial actual nació después de la CIPD.
La tasa de crecimiento anual de la población mundial ha disminuido de 1,5 % en 1994 a 0,9 % en 2024.
Sin embargo, predijo, se espera que la población mundial aumente en otros 2.000 millones de personas hacia mediados de siglo, cuando se prevé que alcance los 10.000 millones.
La mayor parte de los 2000 millones de personas adicionales, previstos para mediados de siglo, se encontrarán en los países del Sur global, con altas tasas de crecimiento demográfico entre los países africanos, dijo Chamie.
Mientras tanto, la Octaba Conferencia Internacional de Parlamentarios, que se celebrará del 10 al 12 de abril en Oslo, la capital noruega, tiene como objetivo promover el diálogo entre legisladores de todas las regiones del mundo sobre la aplicación del Programa de Acción de la CIPD.
El objetivo de ello es generar un consenso político mundial en torno a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y crear resultados nacionales tangibles en cuanto a políticas, financiación y rendición de cuentas.
La conferencia está organizada por el Grupo Parlamentario Multipartidista Noruego sobre Derechos Sexuales y Reproductivos, el Foro Parlamentario Europeo para los Derechos Sexuales y Reproductivos y el UNFPA.
En el lado positivo, dijo Chamie, se han logrado mejoras significativas en la mortalidad infantil y en la esperanza de vida al nacer, tanto para hombres como para mujeres, así como a edades más avanzadas.
Las mujeres y los hombres han adquirido un mayor control sobre el número y el espaciamiento de sus hijos. La tasa de fertilidad mundial descendió de unos 3 nacimientos por mujer en 1994 a 2,3 nacimientos por mujer en 2024 y se espera que alcance el nivel de reemplazo de 2,1 nacimientos por mujer a mediados de este siglo.
La población mundial ha envejecido notablemente, pasando de una edad media de 24 años en 1994 a 31 años en la actualidad, y se espera que alcance los 36 años a mediados de siglo. Las estructuras de edad de muchos países son más viejas que nunca, y la proporción de ancianos, los ahora llamados adultos mayores, alcanza cifras récord.
Pero la inmigración ilegal sigue aumentando y los países receptores se esfuerzan por encontrar políticas y programas para hacer frente al fenómeno.
«Alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas sigue siendo un reto demográfico crítico para los países, especialmente entre los países en desarrollo», afirmó Chamie.
A pesar de las mejoras mundiales en las tasas de mortalidad y también en las condiciones sanitarias, persisten importantes diferencias preocupantes tanto dentro de los países como entre ellos.
El recalentamiento planetario y la degradación del medio ambiente están creando graves problemas demográficos y de desarrollo para los países, especialmente para las poblaciones de las regiones menos desarrolladas, afirmó Chamie, que ha trabajado en diversas regiones del mundo y es autor de numerosas publicaciones sobre temas de población, entre ellas su más reciente libro «Population Levels, Trends, and Differentials (Niveles, tendencias y diferenciales de población)».
Mientras tanto, de las naciones más pobladas del mundo, los dos países que ocupan los primeros puestos son de Asia: India y China, con más de 1400 millones de habitantes cada uno, muy por delante de Estados Unidos, la tercera nación más poblada, con más de 340 millones de personas.
A la pregunta de cuánto ha progresado la región de Asia y el Pacífico desde 1994, Srinivas Tata, director de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (Cespap), dijo a IPS que se han producido logros significativos en la erradicación de la pobreza, la educación, la nutrición, el saneamiento y la salud.
«Estos cambios son motivo de celebración», aseguró.
«Pero ahora, la región se encuentra en una encrucijada. Las tendencias demográficas emergentes, como la baja fecundidad, el envejecimiento de la población, el aumento de la migración, la desigualdad de género y la falta de empoderamiento de las mujeres, exigen una acción urgente», adujo Tata.
También lo demandan, precisó, «los desafíos de las desigualdades socioeconómicas y las vulnerabilidades, y el impacto del cambio climático, los desastres, los conflictos, la pandemia de covid-19 y la transformación digital».
Además, el progreso ha sido desigual tanto dentro de los países como entre ellos, y los beneficios del progreso social y económico no se han repartido equitativamente.
El Programa de Acción de la CIPD sitúa a las personas en el centro del desarrollo sostenible. Además, la dinámica de la población se reconoce como motor y resultado del desarrollo sostenible, recordó.
«Los Estados miembros señalaron que, en lugar de correcciones demográficas inmediatas para hacer frente a los retos sociales y económicos, se necesitan políticas orientadas al futuro, que respeten la dignidad, los derechos y las opciones de todas las personas sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras», indica.
Las inversiones en mujeres y niñas, como las relacionadas con la educación y la sanidad, y garantizar que tengan urgencia y voz, son cruciales y beneficiarán a todos los aspectos de la sociedad.
En 2010, señaló Tata, los Estados miembros de la ONU reconocieron los numerosos logros alcanzados en la aplicación del Programa de Acción. También señalaron las lagunas que aún existían.
Inicialmente se consideró que tenía un horizonte temporal de 20 años, por lo que lo ampliaron indefinidamente. Esta valoración sigue siendo válida hoy en día.
Es necesario un enfoque basado en los derechos para un desarrollo inclusivo y sostenible con las personas en el centro para garantizar que nadie se quede atrás, ahora y en el futuro, señaló.
En Asia y el Pacífico, la Cespap, en colaboración con el Unfpa, convocó la Séptima Conferencia de Población de Asia y el Pacífico en noviembre de 2023. Allí, los Estados miembros reafirmaron su compromiso con el Programa de Acción de la CIPD.
«En un mundo cada vez más interconectado e incierto, la cooperación y la asociación regionales y un enfoque de toda la sociedad y todo el gobierno son fundamentales para un desarrollo inclusivo y sostenible», se concluyó.
En el futuro, argumentó, la previsión demográfica y los enfoques basados en los derechos deben guiar la planificación y la elaboración de políticas. Así pues, el Programa de Acción de la CIPD sigue siendo pertinente y complementa la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La Cespap y sus socios regionales están dispuestos a apoyar a los Estados miembros y a las partes interesadas no gubernamentales para acelerar su aplicación, declaró.
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