Los informes sobre daños medioambientales suelen centrarse en actividades económicas, como la pesca ilegal por parte de flotas no reguladas, la deforestación en zonas protegidas o los proyectos de perforación petrolífera sin las licencias pertinentes.
A través de las redes de información medioambiental del Centro Pulitzer —la Rainforest Investigations Network y la Ocean Reporting Network— pretendemos sacar a la luz no sólo este tipo de delitos, sino también las estructuras financieras que los sustentan.
Hay muchos flujos de dinero implicados en cualquier delito medioambiental. Hemos desarrollado diferentes metodologías para descubrirlos, adaptadas a la región, la jurisdicción y la industria.
En la cuenca del Congo, por ejemplo, Didier Makal, miembro de Rainforest Investigations Network, consiguió una lista de 10 empresas mineras que recibieron licencias para explotar minas en las regiones de Haut-Katanga y Lualaba, en la RDC. Para empezar, buscamos sus números de registro, fechas de constitución, direcciones e información sobre gestión y propiedad.
Examinando a cada gestor y propietario, establecimos vínculos entre las distintas empresas, descubrimos que algunos de los propietarios también poseían empresas en Europa y que una de las sociedades accionistas era propiedad de la filial canadiense del gigante minero suizo Glencore.
En esta serie metodológica, el equipo de Datos e Investigación del Centro Pulitzer explica las estrategias de investigación para descubrir las tres principales rutas del dinero (propiedad, inversión y cadenas de suministro) y los mecanismos que las sustentan, incluyendo ejemplos de investigación creativa que nos ayudaron a superar los escollos.
Solemos empezar intentando averiguar quién es el propietario de las empresas, los terrenos y otros activos, como un avión o un camión, implicados en la destrucción del medio ambiente. Empezando por las empresas, tenemos que distinguir entre los distintos tipos de compañías:
- Una empresa que cotiza en bolsa tendrá su información financiera y sobre sus accionistas en un sitio web regulado o de la bolsa, y normalmente en su propio sitio web. Quiere informar a sus accionistas sobre la salud de la empresa. De ahí que haya que tomarse sus informes (aunque estén auditados) con pinzas.
- Como su nombre indica, una empresa pública es propiedad del Estado. Sin embargo, a menudo el Estado no es el único accionista, por lo que puede valer la pena seguir los pasos que seguiríamos para una empresa privada con el fin de descubrir a los demás propietarios.
- Las empresas privadas tienen todo tipo de estructuras de propiedad. Los diferentes tipos y tamaños de empresas tienen diferentes requisitos en lo que respecta a la divulgación y presentación de información. Esto influirá en la cantidad de información (como la propiedad) que puede encontrar sobre una empresa.
Existen diferentes formas de conocer una empresa privada en función de su estructura. Todas tienen distintas denominaciones y distintos requisitos de información, según el país. Nuestra serie de herramientas de investigación ofrece un desglose más detallado de cómo acceder a la información corporativa de cada tipo.
Para buscar empresas privadas, utilizamos registros de empresas y bases de datos internacionales de información sobre empresas como Sayari. Se trata de una opción de base de datos de pago para acceder a información actualizada sobre la propiedad de empresas en todo el mundo.
Sayari es útil para descubrir redes empresariales internacionales porque muestra si un directivo o propietario de una empresa también participa en otra empresa (incluso en otro país). Mientras que la mayoría de los registros de empresas sólo permiten buscar por el nombre de la empresa, Sayari permite buscar el nombre de una persona para ver en qué entidades participa.
Otro buen punto de partida es verificar la existencia o el nombre legal de una empresa. A través de la base de datos gratuita OpenCorporates, puedes encontrar información básica como la dirección, la fecha de registro y el sector de la compañía. Dependiendo de la jurisdicción en la que esté registrada la empresa, también puedes ver quién la gestiona o es su propietario. También puedes buscar el nombre de una persona utilizando la función de búsqueda «Funcionarios», pero no es probable que encuentres todas las empresas en las que participa esa persona.
El siguiente paso es acudir a los propios registros mercantiles. Los países o jurisdicciones pueden exigir que una empresa se registre para ejercer una actividad económica. Muchos países disponen de información de registro en línea, y OpenCorporates suele proporcionar sus hipervínculos. La cantidad de información que se obtiene, cómo se puede buscar y cuánto cuesta depende del país. Otro factor crítico es el tamaño de la empresa. Las más pequeñas pueden presentar al registro cuentas financieras abreviadas, solicitar la exención de auditoría y no necesitan presentar informes de gestión.
En algunos registros de empresas, sólo se puede buscar por número de empresa, y no por nombre. OpenCorporates resulta útil porque muestra información básica de la compañía, como los números.
Algunos registros, como los del Reino Unido y Bélgica, facilitan gratuitamente información sobre la titularidad y los documentos originales. Este es el mejor de los escenarios. Puedes utilizar los datos indexados en los sitios web o consultar los documentos originales. Los archivos importantes son la declaración de constitución, la cuenta anual (o completa) y la declaración de confirmación. El contenido varía de un país a otro, y algunos sitios web de registros nacionales pueden resultar difíciles de navegar. Merece la pena dedicar tiempo a explorar los sitios web y los documentos.
Algunas jurisdicciones no tienen ninguna base de datos en línea o sólo te permiten verificar un nombre, como los EAU. La mayoría de los registros en línea se encuentran en algún punto intermedio, con descargas o suscripciones de pago y una variación en lo que contiene la información. Si la información en línea no incluye la titularidad, puedes probar suerte solicitando los documentos de constitución originales, que a veces mencionan a los fundadores.
Muchos países tienen publicaciones periódicas que registran las inscripciones de empresas y los cambios de propiedad. Estos boletines nacionales o empresariales son buenos para los casos en los que no se dispone de un registro nacional.
Si la jurisdicción de la empresa no dispone de un registro de boletines en línea, aún puedes probar suerte con la información filtrada, a la que puedes acceder gratuitamente. Offshore Leaks del ICIJ y Aleph del OCCRP son buenos ejemplos. Los documentos judiciales, los boletines de Personas Políticamente Expuestas y los cables del Departamento de Estado también pueden contener información sobre la propiedad de una empresa.
El hecho de que un país no disponga de una base de datos en línea o de información sobre la empresa a disposición del público puede ser un indicio de que se trata de una jurisdicción secreta y de que la empresa se registró allí con el propósito de ocultar la titularidad.
Si te quedas atascado, puedes probar otras vías. Por ejemplo, utiliza las funciones de búsqueda avanzada de Google para buscar presentaciones de diapositivas (filetype:ppt) o archivos PDF (filetype:pdf) cargados por la empresa en conferencias o en su sitio web. Las personas también pueden indicar su relación con una empresa en LinkedIn u otras redes sociales. Es posible que este tipo de pruebas no resistan los requisitos de fact-checking como sí lo hacen documentos originales de registro de la empresa.
Foto de Shane McLendon en Unsplash.