Hoy conmemoramos el 200° aniversario de la Batalla de Junín, penúltimo y decisivo enfrentamiento armado entre los ejércitos patriota y realista que consagró al Perú como libre e independiente, allá por agosto de 1824.
Si bien la historia reconoce a Simón Bolívar y a Antonio José de Sucre como dos de las figuras descollantes de esta gesta libertaria, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) realza el protagonismo de las mujeres que sumaron al objetivo de esta batalla. Una de ellas fue Manuela Sáenz de Vergara y Aizpuru, ‘Manuelita’ Sáenz, pieza clave para la independencia de América del Sur.
Nacida en Ecuador, ‘Manuelita’ Sáenz fue una lideresa de la gesta libertaria de Ecuador, Colombia y Perú. Como heroína de la independencia, estratega militar y defensora del credo independentista, tuvo un rol protagónico en diversas batallas, pero de manera preponderante en las victorias de las batallas de Junín y Ayacucho.
Manuela fue influenciada por el movimiento a favor de la independencia de América, que rechazaba los privilegios que excluían a los ciudadanos criollos. Se casó con James Thorne y vivió con él en Lima, donde se hizo conocida por profesar su credo revolucionario y hasta fue distinguida en 1821 con la Orden de Caballeresa del Sol por don José de San Martín.
Renuncia a su matrimonio para seguir al ejército patriota y, en mayo de 1822, participa en la batalla de Pichicha (Ecuador), donde salen victoriosos. Manuela entabla amistad con la cúpula militar y con el general Antonio José de Sucre.
Al mes siguiente, Simón Bolívar arribó a Quito para anexar dicha ciudad a la Gran Colombia y es en ese contexto que conoce a Manuela, con quien trata temas políticos, militares y diplomáticos y reconoce su espíritu comprometido con la libertad de los pueblos.
Batalla de Junín: Presidencia de la República saluda bicentenario
En 1823, ‘Manuelita’ Sáenz se encontraba en Quito, donde gracias a la labor de inteligencia que realizaba logró sofocar un levantamiento. Por este hecho, Bolívar solicita viaje a Lima y se incorpore al Estado Mayor General de la campaña libertadora con el rango de Húsar.
Un año después, ella asume un rol activo en la Batalla de Junín, una contienda importante para consolidar la emancipación peruana. Luego de la batalla y gracias a su habilitad militar, Manuela es ascendida a Capitán de Húsares.
El 9 de diciembre de ese año se desarrolla la Batalla de Ayacucho, que consagró a Manuela como estandarte del ejército libertador. La victoria en esta contienda implicó el final definitivo del dominio colonial español. El protagonismo de Manuela en la batalla hizo que Bolívar le confiriera el grado de coronel del Ejército Colombiano.
Así como ‘Manuelita’ Sáenz, muchas mujeres contribuyeron a la campaña libertadora del Perú, desde la zona de fuego, en la costa, sierra y selva. En el marco de esta importante fecha, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables les rinde a ellas un merecido homenaje.