WASHINGTON.- El abogado del presidente Donald Trump, Ty Cobb, aseguró que el cargo contra el exasesor de Seguridad Nacional , Michael Flynn, no «implica» a nadie que no sea el propio acusado, en un intento de distanciar a la Casa Blanca del caso.
«Nada en la declaración de culpabilidad (de Flynn) o el cargo implica a nadie que no sea el señor Flynn», afirmó Cobb en un comunicado distribuido a los periodistas que cubren la Casa Blanca.
Durante la audiencia, el representante de la fiscalía especial aseguró que Flynn informó de sus conversaciones con el embajador ruso a «importantes miembros» del equipo que preparaba la transferencia de poder entre el expresidente Barack Obama y Trump, quien tomó posesión del cargo el 20 de enero.
No obstante, el abogado de Trump trató de distanciar del caso al presidente y sus asesores, al recordar que Flynn renunció a su cargo en la Casa Blanca en febrero por haber mentido al vicepresidente, Mike Pence, y a otros altos cargos del Gobierno sobre sus contactos con el embajador ruso.
«Las declaraciones falsas implicadas (en el cargo contra Flynn) reflejan las declaraciones falsas que dio a funcionarios de la Casa Blanca y que resultaron en su renuncia en febrero de este año», subrayó Cobb.
El abogado definió a Flynn como un «asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca durante 25 días de la Administración de Trump, y un exfuncionario de la Administración de (Barack) Obama», dado que entre 2012 y 2014 dirigió la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA).
Cobb también interpretó la acusación a Flynn como un indicio de la posible rápida conclusión de la investigación del fiscal especial Robert Mueller, que indaga en la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016 y la posible colusión de Moscú con la campaña electoral de Trump.
«La conclusión de esta fase del trabajo del fiscal especial demuestra de nuevo que el fiscal especial se está moviendo con una rapidez deliberada, y allana el camino para una conclusión pronta y razonable», concluyó Cobb.
Según indicó este viernes la fiscalía especial, Flynn llamó por teléfono a miembros del equipo de transición que estaban en el exclusivo club de Trump en Mar-a-Lago, en la costa sureste de Florida.
Asimismo señala que las conversaciones de Flynn con el embajador ruso estaban dirigidas por importantes miembros del equipo de Trump, lo que significa que Flynn no actuó por iniciativa propia, sino que supuestamente sus acciones formaban parte de una estrategia colectiva.
Las conversaciones que Flynn tuvo con el embajador ruso supusieron un escándalo porque entonces Obama aún era presidente y el equipo de Trump no estaba autorizado para tomar decisiones con Gobiernos extranjeros. (ECHA- Agencias)