QATAR.– Desde el Golfo Pérsico, el jefe político de los talibanes afganos, Tayeb Agha, renunció a su cargo para “respetar principios” del desaparecido mullah Muhammad Omar, agudizándose el cisma en la cúpula de la organización terrorista.
Los yihadistas habían anunciado el pasado viernes la nominación a la cabeza de su movimiento del mullah Akhtar Mohammed Mansour, ex brazo derecho de Omar que había llevado a los talibanes al poder en Kabul en 1996 antes de replegarse a Afganistán tras la invasión occidental de 2001.
Sin embargo, un amplio sector de los talibanes, encabezados por el hijo y el hermano de Omar, denunciaron esta nominación, considerada expeditiva y no consensuada, y cuestionaron la legitimidad del coronado como nuevo «comendador de los creyentes«.
La muerte del mullah Muhammad Omar, silenciada por la cúpula del Talibán, desató un profundo cisma en la organización terrorista.
El lunes por la noche, el jefe de la oficina política de los talibanes, establecida en 2013 en Qatar para facilitar el diálogo de paz con el gobierno afgano, Tayeb Agha dimitió, según un comunicado autentificado este martes por fuentes talibanes.
«Para vivir con mi conciencia y respetar los principios del mullah Omar, he decidido poner fin a mi trabajo de jefe de la oficina política. No estaré implicado en declaraciones de los talibanes, no voy a apoyar a ningún clan en la disputa actual en el seno de los talibanes «, explica Agha en el comunicado.
El mullah Akhtar Mohammed Mansour fue designado sucesor de Omar pero es rechazado por la familia del desaparecido fundador del Talibán y los jefes terroristas.
Los oficiales y comandantes talibanes reprochan a la dirección del movimiento haber mantenido durante dos años la idea de que el mullah Omar seguía vivo.
«La muerte del mullah Omar ha sido escondida durante dos años. Considero que se trata de un error histórico», afirma Tayeb Agha, lamentando que no se consultara a responsables militares en Afganistán para la elección del mullah Mansour y de sus dos lugartenientes, el mullah Haibatulá Ajundzada y el poderoso Sirajudin Haqani, todos considerados cercanos a las autoridades paquistaníes.
Bajo la supervisión de los Estados Unidos y China, Pakistán acogió a principios de julio conversaciones entre los talibanes y el gobierno de Kabul. Pero la cuestión del apoyo de la oficina qatarí de los talibanes a esta iniciativa sigue siendo objeto de debate.
De otro lado , informes recientes indicaban que el hijo de Omar, el mullah Mohammed Yaqoub, había sido asesinado en Pakistán. Rápidamente esta información fue desmentida por el grupo talibán. (ECHA- Agencias)