KABUL.- Al menos siete personas murieron, seis de ellas miembros de la OTAN, y otras seis resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado hoy contra tropas afganas e internacionales en el este de Afganistán, que fue reivindicado por los talibanes, informaron a Efe fuentes oficiales.
«Seis miembros de (la misión) Apoyo Decidido murieron en un ataque con un vehículo cargado con un artefacto explosivo improvisado (IED, siglas en inglés) en Bagram«, dijo el portavoz de la alianza atlántica en el país asiático, Michael Lawhorn.
El coronel estadounidense añadió que otros tres miembros de la misión «resultaron heridos en el ataque», aunque no precisó la nacionalidad de los fallecidos ni de los heridos.
Lawhorn indicó que el artefacto explosivo adosado al vehículo detonó en las inmediaciones del Aeródromo de Bagram, principal base militar de EEUU en el país, y que el atacante también murió en el atentado.
El jefe de seguridad en la provincia de Parwan, Zia-ul-Rahman Sayedkhili, donde se produjo el atentado, afirmó que «el atacante iba con un chaleco suicida en una moto cargada de explosivos y atacó una patrulla conjunta» de fuerzas afganas y de la alianza.
«Tres policías afganos resultaron heridos», agregó Sayedkhili, quien confirmó que los otros heridos son «soldados» de la OTAN.
El atentado se produjo sobre las 13.30 hora local (09.00 GMT) cuando el personal militar patrullaba el distrito de Bagram, declaró Wahidullah Sediqi, portavoz del gobernador provincial.
Los talibanes se atribuyeron el ataque y elevaron a 19 el número de víctimas mortales estadounidenses, si bien el grupo insurgente tiende a ofrecer información sesgada sobre el alcance de sus acciones.
«Poco después del ataque, llegaron helicópteros estadounidenses, rodearon el área y evacuaron a sus muertos y heridos», manifestaron los talibanes en un comunicado.
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— Crónica Viva (@cronica_viva) November 24, 2015
La OTAN ha anunciado que mantendrá unos 12,000 efectivos en Afganistán a lo largo de 2016 en su operación de asesoramiento a fuerzas afganas, el triple de su presencia actual, ante la situación de inseguridad en el país.
Estados Unidos por su parte tiene unos 9,800 soldados en el país asiático, de los que cerca de la mitad permanecerán más allá del final del mandato del presidente Barack Obama, en enero de 2017.
Afganistán está viviendo uno de los años más sangrientos desde la caída del régimen talibán en 2001, con una guerra abierta en diversas zonas del país que ha dejado sólo en el primer semestre 1.592 muertos y 3.329 heridos civiles.
Los talibanes han ganado terreno en diversas áreas del país en los últimos meses y el pasado septiembre tomaron temporalmente la ciudad nororiental de Kunduz, su mayor logro militar desde la caída del régimen con la invasión estadounidense en 2001.
EFE/Foto: voanoticias.com