KABUL.- Al menos diez personas murieron y diecinueve resultaron heridas hoy en un ataque contra un campamento de una empresa británica de seguridad en Kabul, donde las autoridades no descartan que todavía haya insurgentes.
«Desde el lugar del ataque se han evacuado diez personas muertas y diecinueve heridas a varios hospitales», confirmó en su cuenta de la red social Viber el portavoz del Ministerio de Salud Pública, Wahidullah Majroh, que no precisó la nacionalidad de las víctimas.
Las autoridades no saben si hay atacantes atrincherados en el inmueble, ya que, tras la explosión inicial, se registraron disparos en la zona, pero ahora esta se encuentra en aparente calma.
«En el ataque en el campamento de G4S, tras la explosión, también se efectuaron algunos disparos y las fuerzas de seguridad están en el área y llevando a cabo una operación de búsqueda y despeje para asegurarse de que no hay atacantes», explicó a Efe el portavoz de la Policía capitalina, Basir Mujahid.
La fuente añadió que, después de los primeros tiros, «no hay movimiento del enemigo en el área y no está claro si hay atacantes o no».
También el portavoz del Ministerio afgano de Interior, Nasrat Rahimi, confirmó a Efe que el lugar de los hechos no ha sido todavía completamente «despejado», si bien no hay «movimiento» por parte de los asaltantes.
El objetivo de la acción es la agencia privada de seguridad GS4, que se dedica a proporcionar entrenamiento militar en Afganistán.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid reclamó la autoría en un mensaje en su cuenta de la red social Twitter, en el que aseguró que sus hombres hicieron detonar un camión bomba para abrir camino a varios suicidas que entraron al inmueble.
El ataque se produce horas después de que el presidente afgano, Ashraf Ghani, anunciase en una conferencia internacional de dos días convocada por la ONU en Ginebra varios pasos hacia un posible proceso de paz, entre ellos la formación de un equipo de doce negociadores.
Este año Kabul ha sido escenario de múltiples ataques, el último de ellos de envergadura la semana pasada, cuando un atentado suicida contra una reunión de académicos religiosos que celebraban el nacimiento del profeta Mahoma en un salón de bodas causó 55 muertos y cerca de 70 heridos.
La acción más grave fue la registrada en enero pasado, cuando los talibanes hicieron estallar una ambulancia bomba cerca del antiguo Ministerio de Interior, donde aún operan algunas dependencias oficiales, que causó más de un centenar de muertos.
EFE