BUCAREST/Rumania.- Al menos ocho personas murieron y 137 resultaron heridas por una fuerte e inesperada tormenta, con vientos en torno a los 90 kilómetros por hora, en el oeste de Rumania, informó hoy el Ministerio del Interior.
«A causa de los diferentes objetos o árboles derribados por el fuerte viento se registraron 145 víctimas, de las cuales 8 fallecieron», anunció la Inspección General para las Situaciones de Emergencia.
En tan sólo quince minutos, el temporal arrasó en la tarde del domingo la provincia de Timisoara, cerca de la frontera con Hungría y Serbia, mientras se dirigía al norte del país balcánico.
A su paso, arrancó de raíz numerosos árboles, destrozó tejados cuyos trozos se vieron volando por las calles de la ciudad y dejó decenas de automóviles destruidos.
La tormenta pilló por sorpresa a muchos ciudadanos que disfrutaban de una agradable temperatura de verano, con más de 30 grados de temperatura.
La mayoría de los afectados se hallaban paseando por las calles. Un hombre pereció tras caerse una panel de publicidad encima de su coche, mientras que otra persona murió al ser golpeado por una rama de árbol en su cabeza.
«Los árboles y tejados fueron arrancados. Las carreteras bloqueadas, mientras que las redes de agua y electricidad quedaron interrumpidas», declaró el alcalde de Timisoara, Nicolae Robu, a la cadena de televisión Digi24.
«No tuvimos una alerta de que iba a ser una tormenta violenta. Las previsiones hablaban de lluvia», se lamentó.
Por su parte, el presidente del país, Klaus Iohannis, solicitó hoy al Ejecutivo socialdemócrata que aclare si hay personas responsables por negligencia en los daños causados.
«El gobierno debe tomar urgentemente medidas necesarias para implementar un sistema de aviso rápido a la población», escribe Iohannis en la red social de Facebook.
«Las extremas tormentas de Rumania, a lo largo del domingo, han demostrado la vulnerabilidad e ineficacia del sistema de prevención y protección de la población en caso de un desastre natural», prosiguió el jefe de Estado.
Según el Instituto Meteorológico, este temporal no había sido pronosticado y fue causado probablemente por «una acumulación anormal de una masa de aire caliente en la atmósfera durante varios días».
EFE