GUATEMALA.- El balance del contrabando en Latinoamérica anualmente oscila entre 70,000 y 80,000 dólares, estimó hoy la vicepresidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Paola Buendía.
Durante la clausura del tercer encuentro de la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (Alac), que se efectuó en Guatemala ayer y hoy, Buendía detalló que los sectores más afectados son los de calzado, textiles, comestibles, cigarrillos, licor y metal-mecánica.
A pesar de no existir un ránking a nivel global de los países que más adolecen el contrabando, ese «es el flagelo más importante de la región y siempre está asociado al narcotráfico, al utilizarlo como vehículo de lavado de dinero», indicó el viceministro de Industria de Colombia, Daniel Arango.
En Centroamérica, la región se ve afectada por el contrabando principalmente en sectores de cemento, cigarrillos, licores, alimentos y bebidas, calzado y metalurgia, explicó el director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Guatemala (CIG), Javier Zepeda.
Detalló que en el país centroamericano las fronteras y la posición geográfica lo hacen «más vulnerable» por el paso del narcotráfico y se estima que en el 2016 el contrabando se benefició con «14,000 a 16,000 millones de quetzales (1,920 a 2,194 millones de dólares)», mientras que hace 11 años se tenía registro de 9,000 millones de quetzales (1,234 millones de dólares).
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Uno de los principales éxitos del encuentro de la Alac, mencionó el viceministro Arango, es que los países comparten la información, como la ley de contrabando de Colombia, la cual «puede servir de ejemplo» en un país que sufre, sobre todo, por el contrabando de gasolina en la frontera con Venezuela.
Esta ley «impone penas de cárcel de hasta 123 años de prisión», además de establecer que la mercancía incautada «pase al proceso de extinción de dominio».
En Guatemala, por ejemplo, «la CIG en conjunto al Ministerio Público (MP) buscan presentar una propuesta de ley que establezca la destrucción de la mercadería incautada», manifestó Zepeda.
Asimismo, la primera subsecretaria de la Fiscalía de Guatemala, Ana Elena Guzmán, compartió la experiencia del MP, la cual cambió la persecución penal y pasó a combinar los esfuerzos con la «desarticulación de las estructuras criminales» y la búsqueda de «puntos ciegos» por donde ingresa o egresa el contrabando, que «además de la evasión pone en riesgo la salud de consumidores».
Por su parte, el jefe del departamento Contra la Defraudación Aduanera de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), Javier Bonilla, mencionó que se han enfocado en la «coordinación» en cada operativo a través de la Comisión Interinstitucional Contra el Contrabando y la Defraudación Aduanera.
Finalmente, Zepeda afirmó que «el contrabando se combate en años» y no en «días», y que el principal avance de la Alac es «compartir la información».
«Cuando lo hacemos, nos damos cuenta de lo parecido que es por países y de que existen en ocasiones hasta las mismas empresas (contrabandistas)», dijo Zepeda, quien apostilló que la difusión mediática de la prensa «es vital en esta lucha» para promocionar en la población «los males y riesgos a la seguridad y la salud» del llamado «principal flagelo» de los países latinoamericanos.
En la próxima Cumbre de Las Américas, que se celebrará en abril de 2018 en Lima, Perú, la Alac entregará un informe y memoria de labores a los jefes de Estado que acudan con la misión de que en sus países se lleven a cabo las conclusiones y acuerdos de las distintas mesas de trabajo, de gobernanza y el observatorio anticontrabando.