Alcaldes de «ciudades santuario» cuestionan  propuesta de Trump de enviarles inmigrantes indocumentados

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 EEUU.- Los alcaldes de las  «ciudades santuario» de  Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Filadelfia criticaron este viernes al presidente Donald Trump por amenazar con enviar a indocumentados detenidos en la frontera sur a estas urbes que rechazan colaborar en materia migratoria.

La Casa Blanca ya había despertado criticas después que funcionarios divulgaran que en febrero pasado se contempló la idea y la ola de rechazos aumentó después de que Trump reconociera este viernes que estudia «en serio» esa posibilidad porque los demócratas no quieren cambiar las «peligrosas» leyes migratorias del país.

Los ataques estarían dirigidos en especial a California, estado que ha presentado batalla contra las políticas de la administración Trump en materia migratoria y donde las reacciones no se hicieron esperar este viernes.

La alcaldesa de Okland, Libby Schaaf, quién está en la mira de Trump por haber avisado a su comunidad sobre una redada de las autoridades de Inmigración, calificó de «abuso de poder indignante el utilizar a los seres humanos para resolver» los asuntos políticos.

El alcalde de Los Ángeles, Erick Garcetti, se sumó a las críticas y le aclaró al mandatario que los inmigrantes «son personas, no peones».

Por su parte, el alcalde de San José, Sam Liccardo, optó por dar la bienvenida a cualquier familia que esté dispuesta a soportar dificultades extraordinarias y correr «grandes riesgos por ser parte de nuestro gran país».

Liccardo está enfrentando los ataques contra la ciudad santuario, después que el mes pasado se acusara de asesinato a Carlos Eduardo Arévalo Carranza. El indocumentado salvadoreño, que había sido solicitado nueve veces por los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Ciudadanía (ICE), se vio favorecido por las medidas que prohíben la colaboración entre las autoridades locales y los funcionarios de inmigración.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se sumó a las críticas y declaró en un comunicado que Trump ha demostrado de nuevo que la «única constante» en su política migratoria es la «crueldad». «La ciudad de Nueva York siempre será la ciudad definitiva de los inmigrantes: las amenazas vacías del presidente no lo cambiarán», dijo.

Rahm Emanuel, alcalde de Chicago, aseguró que lo que Trump no comprende es que Estados Unidos en sí mismo es un «país santuario».

«Las ciudades pequeñas, medianas y grandes de todo el país se identifican repentinamente y rápidamente como ciudades santuario debido al abandono de los valores, los ideales y el destino cultural de los estadounidenses bajo la vigilancia del presidente Trump», señaló en un comunicado.

En este sentido, Emanuel dijo que la suya es una «ciudad acogedora» y que los inmigrantes de todas las religiones, nacionalidades y etnias ayudan a hacer de ella la urbe «más estadounidense de Estados Unidos».

El alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, coincidió con Liccardo al decir que su ciudad estaría preparada para recibir a estos inmigrantes tal como la he hecho por «décadas».

A los líderes de las grandes ciudades, pequeñas comunidades que absorben una gran cantidad de estos inmigrantes como la ciudad de Maywood en el condado de Los Ángeles, se unieron a las críticas.

El alcalde, Eddie De La Riva, aseguró a EFE que con esa medida no se castigaría a las ciudades y recordó que el país fue construido por extranjeros que buscaron en Estados Unidos una nueva vida.  (ECHA/Agencias)

 

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