SAN FRANCISCO.- La defensa del expresidente Alejandro Toledo, acusado de corrupción y quien se encuentra en medio de un proceso de extradición en Estados Unidos, pidió miercoles al juez que lo dejen salir de prisión alegando el supuesto deterioro mental que está sufriendo por su confinamiento.
La de hoy fue la primera vista con testigos desde que empezó el juicio de extradición en junio del año pasado, y mientras la defensa trajo a dos profesores universitarios para apoyar la tesis de que Toledo está sufriendo mentalmente, la fiscalía llamó a guardias y responsables de la prisión donde se encuentra.
«Toledo está profundamente deprimido. Está tomando medicación para ello, pero aun así está yendo a peor. Le pregunté si tenía pensamientos suicidas y me respondió que no, pero yo me preocupé», declaró ante el juez el doctor Craig Haney, profesor de psicología en la Universidad de Santa Cruz (California, EE.UU.).
«Está increíblemente nervioso. Hay un deterioro cognitivo por el que su capacidad de pensar y de recordar se están deteriorando», aseguró el doctor, quien se entrevistó con Toledo en dos ocasiones durante su confinamiento carcelario, una el pasado 16 de enero y otra el 28.
Caso Toledo: Nuevo pedido de la defensa no atrasará extradición
Desde noviembre del año pasado, el expresidente se encuentra en el penal de Maguire (en el condado de San Mateo, donde residía antes de ser encarcelado), en un régimen que le permite realizar múltiples llamadas, recibir visitas, mantener algunas interacciones con otros presos y pasar varias horas fuera de su celda.
Su situación dentro de la cárcel ha sido motivo de disputa entre la defensa y la fiscalía desde el principio del juicio a causa de su elevado perfil político, que llevó a los responsables penitenciarios a considerar desde un primer momento que no podía estar en régimen común junto al resto de reclusos porque su seguridad se vería comprometida.
Por esta razón, el exmandatario pasó los primeros cinco meses de su encarcelamiento en una celda de aislamiento en la prisión de Santa Rita (California) y, pese a haber sido trasladado posteriormente al penal de Maguire en un régimen de mayor libertad, el doctor Haney consideró que su salud mental sigue resintiéndose.
«Existe el riesgo de mayor deterioro y quizá cambios irreversibles. La ansiedad social a veces produce fobia social, de manera que incluso cuando una vez fuera del aislamiento se puede tratar con personas, esto se rechaza», aseguró el doctor.
Toledo está acusado de haber recibido hasta 35 millones de dólares de la constructora Odebrecht a cambio de favorecer a la empresa brasileña en sus negocios en Perú cuando él aún era presidente, y ha pasado los últimos dos años prófugo de la Justicia peruana en EE.UU., donde reside en la localidad de Menlo Park, cerca de San Francisco.
EFE