BERLÍN.- El inspector general del Ejército alemán, Volker Wieker, ha ordenado una investigación sobre los presuntos rituales sexuales denunciados en un cuartel del sur del país y que han derivado ya en la suspensión del servicio de siete instructores, informa hoy la televisión pública SWR.
Fuentes de Defensa confirmaron a ese medio que el propio Wieker viajará la próxima semana al cuartel de Pfullendorf, en el «land» de Baden-Württemberg, para analizar la situación.
La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, expresó ayer su consternación y se comprometió a su total esclarecimiento del caso, revelado a raíz de unas informaciones difundidas ayer por el semanario Der Spiegel que se remitía un informe interno del Ejército.
De acuerdo con el semanario, en el citado cuartel se sometía a los reclutas a «prácticas sexuales humillantes y sádicas» durante su proceso de admisión en el cuerpo de los equipos sanitarios.
El detonante de las investigaciones fue una denuncia presentada en el 2014 por una lugarteniente ante el comisionado del gobierno para el Ejército, el llamado Defensor del Soldado, Hans-Peter Bartels, que afirmaba haber asistido a escenas denigrantes.
A los reclutas se les obligaba a desnudarse al completo mientras sus instructores les filmaban, así como prácticas con clara intención sexual, en que asimismo eran fotografiados.
La ministra destacó ayer, en una primera reacción, que ya se han adoptado las primeras medidas, en alusión a la suspensión de servicio de los siete instructores bajo sospecha de estar implicados en esas prácticas.
Von der Leyen insistió en que se actuará «con total contundencia», en caso de confirmarse esas sospechas, y que el asunto se aclarará «hasta las últimas consecuencias».
Por parte del estamento judicial, la fiscalía de Hechingen abrió ya el pasado martes diligencias contra los siete soldados.
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