VIENA.- El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, abogó hoy por encontrar formas adecuadas para que las grandes empresas digitales paguen una cantidad justa de impuestos y no trasladen beneficios fuera de la Unión Europea, sin comprometerse a apoyar la tasa a los gigantes digitales propuesta por Bruselas.
«Una cuestión esencial es cómo impedir que se eviten los impuestos. Hemos lanzado una iniciativa junto a Francia y ahora se trata de encontrar formas adecuadas para garantizarlo», dijo Scholz a su llegada a la reunión informal de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona y la UE que comienza hoy en Viena.
La propuesta de fijar un impuesto para las grandes empresas digitales que grave a un tipo del 3 % su facturación por ciertos servicios solo está en la agenda de los ministros para este sábado, pero se ha colado en el inicio de la reunión después de que el gobierno alemán haya dado señales esta semana de recelar de una idea con la que en principio se alineó al flanco de Francia.
«Hemos impulsado discusiones concretas y un tema central es cómo se puede evitar el traslado de las ganancias a jurisdicciones donde se pagan menos impuestos (…) Es importante que logremos avances», reiteró Scholz, quien insistió en que debe estudiarse con cuidado porque es un asunto «complicado y no puede haber soluciones sencillas».
Los ministros europeos esperan conocer en esta reunión más detalles sobre la posición de Berlín, después de que este miércoles el gobierno tuviese que desmentir que renunciaba a la tasa, tal y como publicó el diario alemán «Bild» citando un documento interno del ministerio de Finanzas.
Desde este departamento insistieron en que el citado informe solo estudia las opciones sobre la mesa sin que el gobierno se haya decantado por una.
La propuesta de impuesto impulsada por Francia divide a los países entre los partidarios de avanzar en solitario, como España, que prevé introducirla a nivel nacional incluso si no hay acuerdo europeo, y los que defienden una solución global en el marco de la OCDE.
El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, insistió hoy en que la Comisión Europea «luchará hasta el último día» por esta medida puesto que es algo que reclaman los ciudadanos.
«No puedo imaginar que Alemania lo rechace. Pueden pedir precisiones, que lo calibremos, y eso lo discutiremos», dijo a su llegada a la reunión.
Sin embargo, muchos países piden cautela y estudiar en detalle la propuesta.
«Tenemos que mirar con mucho cuidado qué tipo de soluciones tenemos. Mi prioridad es una solución global», dijo el ministro de Finanzas finlandés, Petteri Orpo, quien dijo no estar seguro de que pueda conseguirse una solución temporal que funcione y dudó de que vaya a lograse un acuerdo para diciembre.
«Cualquier solución debe ser muy bien pensada», señaló en la misma línea su homólogo chipriota, Charis Georgiades.
Por su parte, la titular finlandesa, Dana Reizniece-Ozola, dijo apoyar la tasa siempre y cuando se garantice que esta será «temporal» hasta que se adopte una solución global, algo que ya prevé la propuesta de Bruselas.
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