La CDU, el partido de la canciller Angela Merkel, habría quedado en tercera posición en la región por la que fue elegida diputada. Un año después de que abriera las puertas a los refugiados, la región de Mecklemburgo-Antepomerania ha renovado este domingo el parlamento en unas elecciones en las que el partido antiinmigración AfD ha derrotado a los democristianos (CDU). Los resultados oficiales confirman los sondeos.
La integración de un millón de solicitantes de asilo el año pasado ha monopolizado la campaña electoral en este estado-región de la ex-RDA comunista, abonando el terreno para los populistas de derecha de Alternativa para Alemania (AfD), que según los primeros datos obtendrían más del 21% frente al 19.2% de la CDU. El SPD ha ganado las elecciones claramente por encima del 30%.
Por detrás quedan La Izquierda (cerca del 13%), Los Verdes (5 por ciento) y el neonazi Partido Nacional-Democrático de Alemania (NPD, 2.9 por ciento), por debajo del 5 por ciento mínimo para entrar en la cámara regional.
Con respecto a los resultados de hace cuatro años todos los partidos bajan. Los socialdemócratas pierden cinco puntos (tenían 35,6%), la CDU cede cuatro (tenía el 23%). Linke, La izquierda es el que más baja y pierde seis desde el 18,6%. También ceden los verdes que tenían un 8,6%.
El principio del fin de Merkel
Estas elecciones están consideradas como un termómetro con vistas a la votación federal del año próximo. El SPD gobierna esta región del Báltico con la CDU como socio minoritario desde el 2006.
«La guinda es que dejamos a la CDU por detrás de nosotros (…) quizá esto es incluso el principio del fin para la canciller Merkel», afirmó Leif-Erik Holm, jefe del partido populista en esta región de la exRDA comunista.
La AfD hace de esta forma una entrada triunfal en el parlamento regional en la primera vez que participa en comicios en este Land. El partido ha basado su campaña en el caos provocado, a su parecer, por la decisión hace un año exacto de la canciller de abrir las puertas de Alemania a los refugiados.
Pese a que sólo hay unos miles de refugiados en Mecklemburgo, «la política migratoria ha provocado una gran sensación de inseguridad en la gente», explica Frieder Weinhold, candidato de la CDU en Wismar, una ciudad de 42.000 habitantes a orillas del mar Báltico.
«Voto por AfD. La principal razón es el tema de los solicitantes de asilo», confirmaba un jubilado de Ludwig, que quiere permanecer en el anonimato. «Para ellos hay dinero, para los jubilados no», protesta.
Afd nació como reacción a la crisis financiera
El AfD nació en abril del 2013 como reacción al desgaste generado por la crisis financiera, el enfado con l a Unión Europea y el descontento con las económicas más débiles, proponiendo la salida del euro y la vuelta al marco. Hace tres años, apostaban por el euroescepticismo y el conservadurismo. Sin embargo, la irrupción de la crisis de los refugiados y el auge del movimiento antiislamista Pegida cambió el rumbo de la formación.
Este verano, coincidiendo con el auge de la crisis migratoria en Europa, el partido llevó a cabo un congreso extraordinario donde se designaron a los nuevos presidentes: Frauke Petry y Jörg Meuthen, mientras que los fundadores del partido denunciaban la línea xenófoba que estaba adoptando la formación.
Frauke Petry, el rostro de AfD
Petry es la estrella del ascenso de la extrema derecha y su figura es todo lo contrario a la de la canciller Angela Merkel. Mientras Merkel ha pedido tolerancia con los refugiados, Petry ha optado por decir que «los guardias de fronteras deberían apuntar sus armas a quienes traten de entrar al país de manera ilegal». Al igual que EEUU, Hungría o España… Alemania ya tiene su rostro populista que utiliza los descalificativos y el insulto para construir su mensaje.
Fuente: lainformacion.com/Foto: elmundo.es