Alfredo Di Stéfano: «Ahora llaman el mejor jugador a cualquiera»

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El argentino Alfredo Di Stéfano es considerado junto a Pelé, Diego Armando Maradona y Johan Cruyff como uno de los cuatro ‘grandes’ futbolistas de la historia del balompié.

Su carrera estuvo siempre ligada al Real Madrid, el club de su vida.

Hijo de emigrantes italiano y francesa, pasó su infancia en barrios bonaerenses humildes y trabajó durante un tiempo en el negocio agrícola y ganadero familiar, antes de su debut en 1944 en la primera plantilla del River Plate, al que regresó, tras ser cedido luego seis meses al Huracán, para ganar la Liga de 1947.

Ese mismo año jugó sus seis únicos encuentros con la selección argentina. Fue campeón de la Copa América en Guayaquil (Ecuador) con seis goles suyos.

Después de la huelga de los futbolistas argentinos de 1948 por motivo económicos, en 1949 marchó cedido al Millonarios de Bogotá, en el que jugó hasta 1952 con tres títulos de Liga (1949, 1951 y 1952) y dos de máximo goleador (1951 y 1952), antes de regresar a su país para reintegrarse al River Plate.

Tras maravillar a los aficionados en una gira por España con su equipo colombiano, tanto el Barcelona como el Real Madrid intentaron ficharlo.

En mayo de 1953 llegó a España y jugó varios encuentros amistosos con el Barcelona, pese a su compromiso con el Real Madrid.

La FIFA medió en el conflicto y decidió que jugara una temporada con cada equipo.

El Barcelona, disconforme con el laudo, renunció al jugador, que debutó con el Real Madrid en septiembre de ese año.

Nacionalizado español en 1956, en enero del año siguiente debutó con la selección española frente a Holanda, en un partido en el que marcó tres de los cinco goles de su conjunto.

Su último encuentro con el equipo nacional fue en diciembre de 1961.

Jugó 31 partidos y marcó 23 goles en su trayectoria con la selección.

Con el Real Madrid disputó 510 partidos, en los que marcó 418 goles, en una magnífica carrera con el conjunto blanco que concluyó en la derrota de la final de la Copa de Europa frente al Inter de Milán del 27 de mayo de 1964.

Balón de Oro en 1957 y 1959, fue máximo goleador en cinco Ligas españolas y contribuyó a la etapa dorada del equipo blanco, en la que sumó cinco Copas de Europa consecutivas (entre 1956 y 1960), en las cuatro primeras con él como máximo artillero; una Copa Intercontinental (1960) y ocho títulos de Liga (1953-54, 1954-55, 1956-57, 1957-58, 1960-61, 1961-62, 1962-63 y 1963-64).

Di Stéfano también jugó entre 1964 y 1966 en el Espanyol, equipo en el que se retiró como jugador.

Un año después, en junio de 1967, el Real Madrid le tributó un homenaje en un partido frente al Celtic de Glasgow, acto en el que se le impuso la Medalla de Oro al Mérito Deportivo.

Reflexiones de la Saeta Rubia

“¿Pitos a Cristiano? El público paga y siempre tiene razón”.

– “¿Yo el mejor del mundo? Ahora llaman el mejor a cualquiera”.

– “No es suficiente con dominar; hay que concretar y matar antes de que te maten”.

– “En ocasiones, la afición del Madrid se merece un ramo de flores”.

– “Todos los presidentes van a lo suyo. Santiago Bernabéu ha sido el mejor presidente en la historia del Madrid. Yo le estuve muy agradecido porque fue quien me trajo al club, en el que he sido muy feliz. A Florentino también le tengo que agradecer que me nombrara Presidente de Honor de la entidad”.

Fuente: elconfidencial.com/Foto: clarin.com

 

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