LONDRES.- El clima de tensión que ha provocado el «brexit» en el Reino Unido y las reiteradas amenazas sufridas por numerosas diputadas en los últimos años han llevado a 18 parlamentarias británicas, hasta el momento, a anunciar que no optarán a ser reelegidas en las próximas elecciones.
Desde que se confirmó la convocatoria de unos comicios el próximo 12 de diciembre, más de 50 parlamentarios han presentado su dimisión. Dentro de ese grupo, las mujeres son las que más han resaltado que las intimidaciones que han afrontado son la principal causa para dejar su escaño.
La ministra de Cultura, la conservadora Nicky Morgan, avanzó que dejará el Parlamento tras 18 años por los «abusos» que ha tenido que soportar y el «claro impacto» que han tenido en ella y su familia.
«Abres el correo por la mañana y recibes un torrente de mensajes de gente que quiere verte muerta o que te dice lo inepta que creen que eres», ha descrito Morgan en una entrevista con el diario The Times.
Hedi Allen, antigua conservadora que se había pasado a los liberaldemócratas, ha avanzado asimismo que no concurrirá de nuevo a las elecciones porque «el rencor y la intimidación se han convertido en un lugar común» en la política británica.
«Se ha producido un enorme aumento de las amenazas a través de internet y, obviamente, se dirigen más hacia las mujeres», indicó en una entrevista con la BBC la laborista Diane Abbott.
El número de mujeres que dimiten al término de esta legislatura es proporcional a la cantidad de diputadas que hay en los Comunes en relación a sus colegas masculinos.
Las parlamentarias que renuncian a su puesto son, sin embargo, más jóvenes de media que los diputados y llevaban menos tiempo en el escaño.
«De las nueve mujeres conservadoras que no se presentarán y fueron elegidas en 2017, cinco de ellas tienen cincuenta años o menos», resaltó la liberaldemócrata Sarah Wollaston.
«Se debería estudiar con detenimiento por qué las mujeres están dimitiendo cuando son más jóvenes y llevan mucho menos tiempo trabajando en el Parlamento», agregó.
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha lamentado, por su parte, que haya «tal cantidad de colegas renunciando al cargo debido al torrente diario de intimidaciones que reciben a través de internet».
«Nadie, en ningún trabajo, debería ser amenazado de esta manera. Como sociedad, debemos de ser capaces de hacerlo mejor», declaró.
Sam Smethers, directora ejecutiva de Fawcett Society, una organización dedicada a promover la igualdad de género, declaró al diario The Guardian que debe «aceptarse el hecho de que la toxicidad de la política está expulsando a diputadas muy válidas».
«La política se ha convertido en un ambiente hostil para las mujeres, en el que pueden ser acosadas, degradadas y amenazadas como algo natural», aseguró, por su parte la líder del Partido para la Igualdad de las Mujeres, Mandu Reid.
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