QUITO.- Latinoamérica presenta la mayor pérdida de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces en casi cinco décadas a nivel global, advierte este miércoles un informe publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Titulado «Informe del Planeta Vivo 2020», el documento alerta del serio declive que enfrentan especies «desde las más diminutas hasta las más grandes del planeta, así como los suelos donde habitan».
Esta publicación emblemática del WWF subraya que las poblaciones monitoreadas entre 1970 y 2016 de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios a nivel mundial han disminuido un 68 % en promedio, mientras que en América Latina la reducción alcanza el 94 %.
CAMBIO DE USO DEL SUELO
El cambio de uso de suelo para producir alimentos es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad.
De acuerdo al informe, en América Latina y Caribe la pérdida de biodiversidad se debe en un 51,2 % a los cambios de uso del suelo, incluyendo la pérdida de hábitat y la degradación del mismo.
Estos cambios son generalmente provocados por la agricultura insostenible, construcción de infraestructura, crecimiento urbano y la producción de energía y la minería.
Dado a conocer hoy en todo el mundo, el informe destaca además factores como la conversión de hábitats nativos prístinos, como bosques, praderas y manglares en sistemas agrícolas, mientras que gran parte de los océanos ha sufrido sobrepesca.
Para los hábitats de agua dulce, la fragmentación de ríos y arroyos y la extracción de agua son amenazas comunes.
«La conclusión es clara: la naturaleza está siendo transformada y destruida a una velocidad sin precedentes en la historia, con un costo muy alto para el bienestar del planeta y la humanidad», subrayó el director de WWF para América Latina y Caribe, Roberto Troya.
WWF advierte que «sin la biodiversidad del suelo, los ecosistemas terrestres pueden colapsar, pues hasta el 90% de los organismos vivos de estos ecosistemas, incluidos algunos polinizadores, pasan parte de su ciclo de vida en estos hábitats».
RIESGO DE EXTINCIÓN DE ESPECIES
También alerta sobre el creciente riesgo de extinción de especies vegetales, ya que se calcula que una de cada cinco (22 %) está bajo amenazada de extinción, en su mayoría en zonas tropicales.
«Debemos entender que la biodiversidad es un recurso estratégico porque garantiza agricultura, ganadería, pesca, acuacultura, medicinas, fibras, es decir, todos los recursos que necesitamos para vivir», consideró el director de WWF Ecuador, Tarsicio Granizo.
SEGURIDAD ALIMENTARIA Y COVID-19
La pérdida de biodiversidad amenaza también la seguridad alimentaria, de acuerdo al informe de WWF, que urge a que se adopten acciones para transformar el sistema alimentario mundial.
El gran reto consiste en modificar las prácticas agrícolas y pesqueras para la producción de comida nutritiva y que, a la vez, proteja y conserve la biodiversidad.
Eso significa, aclara, la aplicación de prácticas agroecológicas, reducir el uso de químicos, fertilizantes y pesticidas.
Por otra parte, la pandemia del coronavirus «recuerda cuán entrelazada está la salud humana con la naturaleza», y si bien los orígenes del coronavirus siguen siendo inciertos, recuerda que hasta el 60% de las enfermedades infecciosas actuales proceden de animales, y casi las tres cuartas partes de ellos silvestres.
El WWF concluye con un llamamiento a que se tomen medidas inmediatas para revertir la tendencia para el 2030, «poniendo fin a la destrucción de los hábitats naturales y reformando nuestro sistema alimentario». EFE