Pese al tiempo transcurrido, las esterilizaciones forzadas a las que miles de mujeres fueron sometidas en el gobierno fujimorista no deben quedar impunes, manifestó la directora de Amnistía Internacional (AI) en Perú, Marina Navarro.
Consideró que se debe resarcir y dar justicia a quienes fueron víctimas de este atropello.
Marina Navarro precisó que, con ese objetivo, este movimiento defensor de los derechos humanos lanzó una campaña que entre sus fines busca la creación, por parte del Gobierno, de un registro único de mujeres víctimas de esterilizadas forzadas entre 1996 y 2000.
La campaña “Contra su voluntad: un registro único, miles de historias”, apunta también a que la ciudadanía se sensibilice y participe de esta iniciativa, para que se generen condiciones que contribuyan a identificar a las afectadas y se les otorgue una reparación integral adecuada.
“A los 18 años de haber recogido los primeros casos es realmente indignante que no se haya hecho nada por las víctimas de las esterilizaciones forzadas. Los derechos humanos deben estar por encima de cualquier gobierno y la lucha contra la impunidad es básica”, apuntó en la sede de Amnistía Internacional en Miraflores.
Marina Navarro agregó que no se conoce aún con exactitud cuántas mujeres fueron esterilizadas en el segundo régimen fujimorista, aunque las cifras estimadas arrojan que las víctimas superan las 270 mil y que la evidencia de quienes han sido identificadas apunta a poco más de 2 mil.
Esta última cifra, mencionó, representa solo una pequeña parte del total de mujeres afectadas en esos años y, a la fecha, solo un caso se ha judicializado e incluso llevado al sistema interamericano: el de Mamérita Mestanza, quien falleció a causa de su esterilización.
“Se trata de un daño que ya está hecho, que no debe quedar impune, que debe sancionarse, porque constituye una vulneración grave de los derechos humanos. Estas mujeres necesitan acceso a la justicia y a una reparación para que esto no vuelva a ocurrir”, advirtió Marina Navarro.
La campaña comprende – continuó – la recolección de firmas, por internet y de manera física también, así como la obtención de testimonios simbólicos de las principales afectadas a fin de tomar conciencia respecto a la magnitud de esta afectación a los derechos humanos.
Según agregó, las mujeres sometidas a esterilizaciones forzadas sufren una serie de consecuencias, como daños psicológicos, dolores de espalda y de abdomen, así como infertilidad definitiva, dolores de piernas y dificultades para caminar.
La directora de Amnistía Internacional (AI) en Perú, subrayó que la apertura de este registro es el primer paso para que estas víctimas alcancen justicia y sean recibidas las reparaciones que correspondan luego de sufrir por años esta violación a sus derechos fundamentales, pues en muchos casos fueron esterilizadas con engaños.
“Algunas fueron llevadas a esterilizar en contra de su voluntad, o a cambio de compensaciones de alimentos, o con engaños les decían que si no se sometían a esterilización iban a recibir sanciones. Tampoco les daban dar la información necesaria”, puntualizó.
Foto Andina/ Video: AngaTV -RPP Televisión