En un amplio informe, Amnistía Internacional denunció la crueldad contra los albinos, especialmente niños, en Malawi y en otras zonas de África Central, y demandó al gobierno tomar medidas urgentes para evitar que continúen los crímenes en esa región.
En el documento se menciona que desde noviembre del 2014, en Malawi se ha visto un fenómeno en crecimiento: los ataques contra las personas con albinismo y que en ese lapso se contaron 69 casos de asesinatos, secuestros y hasta profanación de tumbas.
En los delitos participan tanto particulares como bandas criminales que, pese al salvajismo con que actúan y las numerosas denuncias, el drama no se detiene.
Precisa que las personas con albinismo son «perseguidas por gente que quiere conseguir algunas partes de su cuerpo porque cree que tienen propiedades mágicas y atraen la buena suerte».
El informe de la institución defensora de los derechos humanos indica que en Malawi hay entre 7 mil y 10 mil albinos, que viven bajo el tormento de saber que podrían ser víctimas de un crimen en cualquier momento.
Dentro de este grupo, además, las mujeres y los niños albinos son los más vulnerables, sin que el gobierno central haga nada para prevenir estos asesinatos o secuestros. La falta de educación e información es clave para su protección.
«Los ataques, en algunos casos, incluyen a familiares cercanos», ciegos por la superstición que rodea a este núcleo humano.
Incluso, las mujeres con albinismo corren un riesgo más común y frecuente: las violaciones. Está extendido el mito de que mantener relaciones sexuales con una de ellas podría curar el HIV/sida.
El tráfico de huesos es también una herramienta que permite a los saqueadores de tumbas hacerse con dinero extra. Creen que las diferentes extremidades podrían alejar la mala suerte de algunos hogares «malditos». Éste es el delito más castigado por las autoridades de Malawi.
En abril se registraron cuatro asesinatos de albinos en Malawi. (ECHA – Agencias)