El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) entregó esta mañana las credenciales como gobernador regional de Áncash a Waldo Ríos, en una ceremonia en la que se le invocó a actuar con transparencia y honradez.
El reconocimiento del JNE lo realiza luego de recibir del Poder Judicial la resolución que rehabilita al mencionado político de los procesos que se le siguió por los delitos de cohecho pasivo impropio y receptación en agravio del Estado.
La sala penal de la Corte Suprema confirmó la rehabilitación, una decisión la decisión emitida en primera instancia por el juez David Loli Bonilla, desestimando así la apelación que presentó la Procuraduría Anticorrupción, que exigía que Waldo Ríos no sea rehabilitado hasta que pague la reparación civil de un millón de soles y los intereses generados.
«Estoy bastante emocionado porque por fin conseguimos que gane la democracia, contra la burocracia. Realmente, esto significa la resultante – no solo a través de la voluntad de Dios – sino también de que debo agradecer este gesto tan hermoso donde el JNE y la Corte Suprema se han portado a con honor, dignidad y honestidad», dijo en declaraciones para canal N.
A su vez afirmó que existe una «intención oscura» para apartarlo del cargo de gobernador, pero no precisó de quién se trataría. «No tengo nombre ni apellido», dijo.
NO ES UN DELINCUENTE
«Jamás cometí en mi vida delito alguno», dijo Ríos quien aseguró que su condena es una decisión que forma parte del sistema y que él lo es ningún delincuente como la prensa ha querido hacer parecer.
Una de sus primeras acciones al asumir el cargo es «mejor la vida del ancashino» y «cambiar la paradoja que los coloca como la región más rica con tanta gente en pobreza y pobreza extrema». Según sus estadísticas, el 28 por ciento de la población se encuentra en este estado, sin embargo «la realidad es otra», reportó canaln.pe
Imagen: andina.com.pe