SALAMANCA (España).- El diestro peruano Andrés Roca Rey, que ha cortado cuatro orejas, fue el gran triunfador de la tarde del domingo en Salamanca (oeste de España), donde Enrique Ponce cortó una oreja, siendo ovacionado en su lote El Juli.
A falta del tradicional festejo de rejones del día de San Mateo, en la última de las corridas de a pie ha tenido lugar lo más destacado de la feria, con el limeño Roca Rey como gran protagonista.
Salió tambaleándose del peto el primero, un animal de amplia badana, cuesta arriba. Desordenada la lidia en banderillas. Tan falto de raza como justo de fuerzas llegó al último tercio. Ponce lo consiguió sujetar en los medios, el animal buscada la huida a la salida de cada muletazo. La muleta puesta siempre en la cara, toreo sin soltar del de Chiva, tirando para sacar la embestida. Estocada entera.
Ponce le consintió al noble cuarto, con el que firmó momentos de interés con la derecha, aprovechando los viajes hacia tablas. Faena de recorrer mucha plaza, se le protestaron las poncinas. Se atasca con la espada, desafortunado.
El Juli, a base de paciencia y de técnica fue construyendo con un toro de rebrincada embestida en sus inicios una faena de más contenido que continente. Templado el madrileño aquello fue de menos a más. En el tramo final llegaron los mejores momentos tanto sobre la diestra como al natural, muy largo y toreado lo llevó en los circulares invertidos.
Se perfiló en la larga distancia, con el toro encogido, al que recetó un contundente espadazo, algo trasero en su colocación.
Le molestó el viento al Juli en el quinto, un animal manejable que embestía por inercia. Tiró de oficio en una faena enfibrada, entonado al natural. Fea la estocada, que hizo guardia.
La tarde explotó en el tercero. Muy expectante el público en el quite por chicuelinas de Roca Rey a un toro que cumplió en varas y al que picaron trasero.
Comenzó la faena con improvisados ayudados por alto, pues se le vino en tromba el animal, según brindaba con solemnidad al público. Tras un inicio algo acelerado, enseguida Roca se puso los galones de general y ordenó el torrente de embestidas de «Capitán», un toro bravo, de codiciosa embestida y con mucho fondo, que arrastraba el arrastrando el morro por la arena.
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El peruano se fundió con el toro, firmando tandas de seis y siete muletazos cimentadas en el temple y el mando, todo muy por abajo, de trazo largo los muletazos. Faena de autoridad y con dominio del sitio, planta asentada, encajado de riñones: ambicioso el de Lima.
Hubo toro y torero. Inverosímiles las bernadinas a modo de broche. Se atracó de toro al que dejó una estocada contraria. Se pidió el indulto para el toro.
Con pases cambiados por la espalda inició la faena del sexto. Noble y con clase en la embestida «Señor», lo llevó empapado en la muleta Roca Rey, que lo supo dosificar, manejando a la perfección tiempos, distancias y alturas. Estocada hasta las cintas, pero desprendida.
Ficha del festejo
ᴥ Cinco toros de Garcigrande y uno de Domingo Hernández (4º), correctos de presencia, manejables, destacando el tercero muy bravo, premiado con la vuelta al ruedo y enclasado el sexto.
ᴥ Enrique Ponce: de marfil y oro, oreja y ovación tras dos avisos
ᴥ El Juli: de azul marino y oro, ovación tras aviso y ovación tras aviso
ᴥ Roca Rey: de pizarra y plata, dos orejas tras aviso y dos orejas.
ᴥ Lleno en la plaza salmantina de La Glorieta, en tarde nublada, de veraniega temperatura.
EFE/Pepe Estévez
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