La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) reprueba la actuación de los efectivos policiales de la Comisaría de Mazamari, provincia Satipo (Junín) quienes detuvieron al periodista Marco Antonio Morán Huanaco, de radio Integración, acusándolo de haber alterado el orden público.
La tarde del jueves 9 de abril el periodista recibió llamadas de vecinos que alertaban que un presunto paciente de COVID-19 era ingresado al hospital de Mazamari.
Conocido ello el reportero se comunicó telefónicamente con la directora del Centro de Salud de Mazamari, Marilú Isabel Astoray Vivanco, quien le indicó que se trataba de un paciente que ingresó por problemas respiratorios y que estaba siendo derivado a Satipo para que le realicen las pruebas correspondientes.
Recabada dicha información, esa misma noche, Morán Huanaco realizó una publicación en sus redes sociales indicando el nombre y características del posible paciente de COVID, junto a la grabación de la llamada que tuvo con Astoray Vivanco.
Al día siguiente, viernes 10, alrededor de las 8:45 de la mañana, mientras se dirigía a la chacra de su familia, el periodista recibió la llamada de un conocido suyo para que se acerque al mercado con su cámara para una grabación.
Ya en el lugar pactado, efectivos policiales le pidieron a Morán Huanaco que se identifique, a lo que presentó su DNI y carné de afiliado a la ANP, el mismo que consigna el nombre del medio de comunicación en el que trabaja. Los agentes trasladaron al hombre de prensa a la Comisaría de Mazamari, donde el suboficial Rojas le enseña la publicación que realizó el día anterior, indicando que había cometido una infracción.
El comisario Alan Rossi Ticona le cuestiona a Morán su identificación gremial y su condición de periodista y le increpa no tener un documento académico que lo respalde.
En ese instante, notifican al hombre de prensa que pasaba de intervenido a detenido. Un agente policial indica al periodista que debe esperar en el calabozo al fiscal. Media hora después el fiscal llama y pide hablar con el detenido, indicando que no se había cometido delito alguno, pero que tuviera cuidado con las acciones que realice a partir de ese momento.
Antes de ser liberado, el suboficial Denilson Pomahuali Delzo le indica que le tomaría una foto para el archivo, ante lo que el periodista accede. Sin embargo, y para sorpresa de Morán Huanaco, esa imagen fue difundida a través de medios de comunicación de alcance nacional sindicándolo como un “sujeto” intervenido por publicación tendenciosa sobre propagación de COVID-19.
Sin embargo, el acta de la detención de Morán Huanaco menciona que fue detenido “por estar inmerso en la presunta comisión del flagrante delito contra la tranquilidad pública en la modalidad de delito de grave perturbación de la tranquilidad pública, en agravio del Estado”.
La ANP envió un pedido de información a la Comisaría de Mazamari. Luego de algunos días de espera, la dependencia respondió que “no es posible brindar la información solicitada, debido a que las investigaciones en contra de Marco Antonio Morán Huanaco aún están en la etapa policial las cuales se llevan a cabo en esta Sub Unidad PNP”.
Valorando lo sucedido, la ANP es enfática en condenar los excesos policiales manifiestos en este caso. El periodista Morán Huanaco cometió una infracción al revelar datos sensibles del paciente, pero no es un delincuente para ser tratado como tal.
Asimismo, la ANP constata con alarma que efectivos policiales vienen utilizando erróneamente la figura legal del “delito contra la tranquilidad pública en la modalidad de delito de grave perturbación de la tranquilidad pública”. Esto, al ser utilizado de manera recurrente, especialmente en las regiones, puede intimidar a periodistas y medios que dan voz a la ciudadanía, en medio de la pandemia, para expresar sus legítimas preocupaciones y demandas, como corresponde en todo Estado de Derecho. Emergencia nacional no es sinónimo de recorte de derecho a la información.