La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) y la Universidad Jaime Bausate y Meza, rindieron sentido homenaje a los estudiantes Jack Brian Pintado Sánchez y Jordán Inti Sotelo Camargo, quienes ofrendaron sus vidas el reciente 14 de noviembre, en Lima, durante la marcha ciudadana, organizada por la juventud peruana, en defensa de la democracia como forma de convivencia humana y del derecho a la libre expresión en el país.
El acto se realizó a las 15.00 horas en el frontis del edificio ubicado entre la avenida Abancay y avenida Nicolás de Piérola, antigua sede del Ministerio de Educación, con asistencia del presidente de la ANP, Roberto Mejía Alarcón y una delegación de dirigentes y agremiados de la histórica organización que agrupa a los trabajadores de prensa de los diferentes medios de comunicación.
Luego de guardar un minuto de silencio como tributo a los dos jóvenes estudiantes que perdieron la vida a causa de las heridas ocasionadas por los disparos con armas de fuego de las fuerzas policiales, los dirigentes de la ANP conjuntamente con las autoridades de la Universidad Jaime Bausate y Meza, doctor José Manuel García Sosaya, Vicerrector Académico y Magíster Edgar Dávila Chota, Decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Social y Director de la Escuela Profesional de Periodismo, procedieron a depositar dos ofrendas florales.
Dirigiéndose a las personas que presenciaron el acto y manifestaron su saludo ante el gesto de las instituciones ya anotadas, el presidente de la ANP, Roberto Mejía Alarcón, manifestó que el homenaje en las personas de Jack Brian Pintado Sánchez y Jordán Inti Sotelo Camargo, constituía también un reconocimiento a la juventud peruana que hizo pública su identidad democrática, su rechazo a toda forma de violación a la Constitución Política del Estado y del derecho de expresarse con libertad, que en ningún Poder del Estado puede mancillar.
Trajo a la memoria, igualmente, que la inmolación de los dos estudiantes y la presencia de la juventud en las principales avenidas y plazas de todo el país, constituía una actitud gallarda y una demostración de una heredad que a lo largo del tiempo se mantiene viva. A este respecto citó los nombres de Manuel Bonilla, el joven estudiante que llevó el pendón peruano y se inmoló en la vanguardia de la defensa nacional en los Reductor de San Juan y Miraflores, cuando la invasión sangrienta de las tropas chilenas; de Juan Maclean Bedoya, quien expuso su vida cuando las fuerzas represivas de la dictadura Odriísta, invadieron el campus del antiguo local de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; de Heriberto Avellaneda Beltrán, asesinado cuando los estudiantes del Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe exigían cambios en el centenario plantel; y de Jorge Luis Mendivil Trelles, joven estudiante de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza, quien con otros siete periodistas, entregó su vida en cumplimiento de su deber de informar con la verdad sobre lo que ocurría en los años del terrorismo en Uchuraccay.
Al terminar su intervención el presidente de la ANP demandó del nuevo gobierno las investigaciones más inmediatas e imparciales que permitan conocer a los autores materiales y autores mediatos de la matanza ocurrida en las inmediaciones del parque Universitario, tal cual está previsto en el Código Penal.