LA PAZ.- El Senado de Bolivia sancionó hoy la ley de Identidad de Género que permitirá a las personas transexuales y transgéneros cambiar el nombre y género en sus documentos de identificación legal.
La ley, impulsada por el Gobierno y el partido del presidente Evo Morales, recibió votos a favor de las tres bancadas parlamentarias, aunque ninguno de los partidos la apoyó unánimemente.
El director de la asociación privada Capacitación y Derechos Ciudadanos, el abogado Martín Vidaurre, implicado en la elaboración de la norma, destacó a Efe que con la nueva ley se normaliza «un derecho humano que no estaba reconocido para el colectivo, el derecho a la personalidad y la identidad jurídica».
Vidaurre destacó que se trata de «una ley histórica» porque a partir del reconocimiento de la identidad de género estas personas «podrán ejercer todos los demás derechos humanos que les correspondan».
El abogado explicó la diferencia entre los dos sectores beneficiados con la norma.
Los transexuales son quienes han construido su género contrario al sexo asignado al nacer recurriendo a alguna intervención médica, mientras que los transgénero son las personas que cambian su identidad de género sin recurrir a transformaciones corporales.
«Existía una discriminación absoluta para estas personas porque su apariencia no coincidía con su identidad legal», explicó.
Se trata de una circunstancia que generaba problemas en instituciones públicas y privadas, agregó.
El abogado defendió una agenda de ampliación de derechos cuyos pasos sucesivos serían una norma que permita el derecho a formar una familia independientemente de la orientación e identidad sexual y tipificar los crímenes de odio por razones de identidad de género.
El único asambleísta abiertamente homosexual de Bolivia, el oficialista Manuel Canelas, sostuvo el jueves tras la aprobación de la norma en la Cámara de Diputados que la ley supone ampliar los derechos de algunos bolivianos sin quitar derechos a los demás.
«En nuestras manos está hacer la vida más fácil a personas que estuvieron maltratadas, que son bolivianas, que pagan sus impuestos, que viven una realidad de discriminación injusta, dura», agregó.
Por contra, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) rechazó en un comunicado la aprobación de la ley y criticó que «no ha merecido el debate público, el consenso necesario y la divulgación».
La Iglesia católica señala que es una norma que afecta al conjunto del país «porque afecta la dignidad del ser humano y el valor de las mujeres y los varones, y pone en tela de juicio» los principios del sistema de derechos humanos.
Al respecto, Vidaurre dijo que su organización no entra en discusiones «con ninguna iglesia porque consideramos que es un tema de derechos y no de religión».
Ante la ausencia del presidente Morales, que está de viaje en Cuba, se prevé que el vicepresidente Álvaro García Linera promulgue la ley este sábado en el Palacio de Gobierno.