El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) continúa con las sesiones de aprendizaje destinadas a capacitar a los productores de la comunidad de Chanta, en Pocohuanca, distrito de la provincia apurimeña de Aymaraes, en el marco de la Escuela de Campo de Agricultores (ECA) enfocada en el manejo integrado de plagas en el cultivo de papa.
La ECA de Chanta, denominada ‘Flor de papa’, cumplió su tercera sesión teórico-práctico de las doce que se desarrollarán en el segundo ciclo programado hasta julio del 2017. En julio del presente año culminó la primera fase tras las evaluación a los productores de la zona por parte de los servidores del campo del Senasa Apurímac.
En la última sesión se desarrollaron actividades enfocadas en el manejo del abono y el proceso de fertilización como parte del Manejo Integrado de Plagas (MIP) en papa. Los productores reforzaron sus conocimientos y capacidades, reconocieron la diferencia entre el abono (natural) y la fertilización (de origen vegetal o mineral), y comprobaron los beneficios al reducir el uso de plaguicidas y agroquímicos en sus campos de cultivo.
Los productores también fueron instruidos en la utilización adecuada de materia orgánica para mejorar la estructura y textura del suelo, ayudando a tener un apropiado sistema radicular que permite un buen cultivo. Además se ejecutaron acciones relacionadas con la prevención y control de plagas originarias de la zona como la Diabrotica y la Pulguilla saltona.
Asimismo, el Senasa recomendó el uso de semillas certificadas y desarrollar las buenas prácticas agrícolas en las zonas de producción. De manera paralela, se realiza todo el año acciones de vigilancia fitosanitaria en los cultivos de papa de la región, en especial en las zonas rurales, donde se ejecutan permanentemente las labores de control de plagas.
Con las ECA, los productores reciben capacitación especializada a fin de poner en práctica sus habilidades y estrategias de control de plagas y enfermedades.
Bajo la metodología ‘Aprender Haciendo’ de las ECA, los productores intercambian de modo práctico sus experiencias utilizando su propia parcela o predio de producción como única fuente de aprendizaje.
Fuente: Prensa Senasa-Apurímac