RIAD.– El fiscal general de Arabia Saudita confirmó que cinco acusados admitieron haber descuartizado el cadáver de Jamal Khaishoggi y entregado las partes a un agente, por lo que serían condenados a la pena capital y deslindó de toda responsabilidad al príncipe Mohammad bin Salmán.
Saud al Moyeb informó a través de un vocero que los integrantes del escuadrón que viajó a Estambul declararon que luego del crimen entregaron las partes del cadáver a un «colaborador turco», que se deshizo de ellas fuera del consulado saudita.
Se trata de la primera vez que la monarquía se refiere a la forma en la que fue asesinado el periodista y da indicios sobre el destino final de los restos. Del total de 11 acusados por la justicia local, el fiscal pidió la pena de muerte para cinco de ellos.
La fiscalía no ha divulgado las identidades de los acusados, aunque se presume que son parte del escuadrón que viajó a Estambul
Al limpiar la imagen del poderoso príncipe, el funcionario indicó que Bin Salman se enteró del asesinato a través de la prensa, después de su realización, y que recibió «informes falsos» por parte de los agentes responsables de la operación.
Según explicó la oficina del fiscal general, el vicejefe de la inteligencia saudita, el general Ahmed al Assiri, había dado la orden de forzar la entrada al domicilio de Khashoggi, mientras que el «líder del equipo de negociación» que llegó a Estambul ordenó su asesinato. (ECHA- Agencias)