Arabia Saudí detiene a niño por bailar la Macarena en la calle

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Son apenas 45 segundos de imágenes. Un adolescente camina por un paso de peatones en la ciudad saudí de Yeda hasta detenerse frente a los coches que esperan la luz verde.

Mira a la cámara durante un instante y, auriculares al ristre, comienza a contonearse al ritmo de la «Macarena» de Los del Río. Su gesto en la cuna del islam más intransigente ha corrido como la pólvora en Arabia Saudí.

La policía del reino lo ha detenido este martes por quebrar las normas de decencia del país.

El fragmento de vídeo ha circulado en las últimas horas por las redes sociales de Arabia Saudí, una monarquía absoluta presidida por la estirpe que fundó el país en 1932.

Los fotogramas tienen como escenario la calle Tahlia de Yeda, una ciudad a orillas del mar Rojo que presume de ser la más abierta de las grandes urbes saudíes.

El muchacho, de 14 años, comienza a danzar al son de la canción española más vendida de la historia, uno de los temas patrios de la década de 1990, mientras los vehículos esperan detenidos ante el semáforo.

https://www.youtube.com/watch?v=tfqwyWVTI48

Su osadía ha suscitado reacciones encontradas en la patria del wahabismo, caldo de cultivo de organizaciones como Al Qaeda o el autodenominado Estado Islámico. Algunos internautas no han dudado en reclamar un castigo por atentar contra las estrictas normas del reino y protagonizar una «transgresión moral».

Otros, sin embargo, han celebrado la proeza del menor como una acción heroica en una tierra atrapada en una tradición que prohíbe el baile o el cine y condena a las mujeres a vivir una eterna infancia.

Su salto al estrellato  –por la gracia de la melodía más popular del dúo sevillano integrado por Antonio Romero y Rafael Ruiz– le ha causado ya el primer disgusto. Según la prensa saudí, la policía abrió una investigación secreta después de estallar la controversia y ha logrado localizar al menor.

El joven ha sido arrestado y trasladado a una comisaría de policía, desde donde tras el interrogatorio será puesto a disposición de la Justicia.

Su detención no es el único incidente reciente relacionado con el baile. Hace dos semanas el cantante y actor Abdalá al Shaharani fue arrestado brevemente por las autoridades tras, entre los vítores del público que acudía a un festival en la ciudad de Taif, efectuar un «dab», un paso de baile inventado en el 2014 por un rapero estadounidense en el que se deja caer la cabeza mientras se levantan un brazo y el codo.

A través de Twitter, el artista pidió disculpas al «honorable gobierno y el rey» por «un movimiento espontáneo» que, según las autoridades, fomenta el consumo de drogas.

El pasado julio una joven fue detenida y puesta en libertad poco después al difundirse un vídeo en el que recorre en minifalda el pintoresco casco antiguo de Ushayqir, un pequeño pueblo a 200 kilómetros al noroeste de Riad.

Como el incidente protagonizado ahora por la alegre «Macarena«, algunos saudíes aprovecharon el escándalo para pedir un mayor despliegue de la policía religiosa en las calles del país.

El año pasado las autoridades del reino despojaron a la policía moral de potestad para perseguir y arrestar a quienes desafían su mandato tras una abultada lista de abusos y sucesos mortales.

Los agentes del Comité para el Fomento de la Virtud y la Prevención del Vicio recorren a diario las calles saudíes a la caza de las tentaciones.

Según los guardianes de la ortodoxia, su vigilancia rutinaria y rigurosa evita que el alma de los débiles extravíe el buen camino.

Los centinelas de la «Mutawwa» (policía religiosa, en árabe) patrullan los espacios públicos del reino para reprender a quienes fuman, beben, juegan, bailan, cantan, rompen el ayuno del Ramadán, celebran costumbres de otros credos y festividades como el día de San Valentín o lucen «indumentaria inadecuada».

Los agentes supervisan que se cumple la rigurosa segregación por sexo; que las mujeres no conducen y se visten «con decoro» y que los negocios cierran durante las preceptivas cinco oraciones diarias.

En los comienzos del primer Estado saudí, a mediados el siglo XVIII, los batallones de la policía religiosa fueron voluntarios que obligaban a las tribus beduinas a abrazar el wahabismo.

Pero fue en 1926 cuando nacieron como un cuerpo oficial por la gracia de Abdelaziz bin Saud, el fundador del Estado saudí, para contrarrestar a los Ijuán, las tropas de beduinos wahabíes que batallaron junto a los saudíes pero que terminaron convirtiéndose en un peligro para la casa de Saud.

Francisco Carrión/ Video Meny MEDIA

 

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