ARGEL.- Decenas de miles de manifestantes se volcaron a las calles, en su octavo viernes de protestas, exigiendo que se vaya el régimen avalado por el general Gaid Salah tras la destitución del ex presidente Abdelaziz Buteflika.
El hombre fuerte de Argelia, el jefe del Ejército, el general Ahmed Gaid Salah, de 79 años, tiene una grave disyuntiva sobre la mesa: o reprime con sangre las mayores manifestaciones que se están registrando en el país desde su independencia (1962) o asume que le ha llegado también el momento de marcharse.
Este viernes cientos de miles de argelinos volvieron a salir a las calles de las principales ciudades para pedir la marcha del régimen, a pesar de que esta vez la represión policial en la capital fue mayor que nunca.
Este era el primer viernes después de que el presidente provisional, Abdelkáder Bensalá, de 77 años, que sustituyó el 9 de abril al dimitido Abdelaziz Buteflika, de 82, anunciase que habrá nuevas elecciones presidenciales el próximo 4 de julio.
Por primera vez, los agentes antidisturbios hicieron uso de los cañones de agua en la plaza Maurice Audin, el centro neurálgico de las manifestaciones en la capital.
Ya el pasado martes, durante la manifestación de miles de estudiantes en Argel, el régimen empleó, además de gases lacrimógenos y cañones de agua, unos camiones fabricados en Argelia que emiten ruidos ensordecedores.
Said Salhi, vicepresidente de la Liga Argelina por la Defensa de los Derechos del Hombre (LADDH), denunció que en otras partes del mundo, como en Estados Unidos, “estos vehículos están prohibidos por su impacto en la salud de los ciudadanos, porque causan pérdidas de audición y otros graves daños que conducen incluso hasta la muerte”.
Este viernes, en Argel, hubo más violencia que el resto de jornadas. Soufiane Djilali, presidente del partido opositor Jil Jadid (Nueva Generación) tuiteó: “Mi total condena a las brutalidades de la policía en la plaza Audin y en el túnel de las facultades”.
El humorista Kamel Abdat escribió en las redes: “Hemos salido como cada viernes, pacíficos y dignos. Pero el poder ha continuado igual a sí mismo, indigno y sordo a nuestras llamadas de fraternidad y democracia. Permanezcamos vigilantes y unidos”.
El medio digital TSA, el más leído del país, tuiteó a las 18:08: “Los policías antidisturbios han cargado violentamente contra los manifestantes en el centro de Argel, corriendo el riesgo de provocar estampidas y poniendo en peligro la vida de niños y de personas de edad que participaban en la manifestación”.
La Dirección General de la Seguridad Nacional (DGSN) emitió un comunicado en el que afirmaba haber detenidos a «extranjeros» que pretendían «atizar las tensiones e impulsar a los jóvenes hacia formas de expresión radicales». (ECHA. Agencias)