BUENOS AIRES.- Organizaciones sociales de izquierda argentinas afrontan este miércoles un nuevo día de protestas en la calle por el empeoramiento de la crisis económica en el país, con ollas populares en el centro de Buenos Aires y la intención de acampar en la avenida 9 de Julio, arteria principal de la capital.
Los manifestantes tienen entre sus reclamos el aumento de los salarios y la creación de puestos de trabajo, así como «medidas de emergencia para que la crisis no la pague el pueblo trabajador» como la ley de emergencia alimentaria, indicaron en un comunicado las agrupaciones convocantes de la primera de las acciones programas para hoy.
Por la tarde, otras organizaciones como Barrios de Pie y el Polo Obrero tienen previsto acampar en la avenida 9 de Julio durante 48 horas, en una acción similar a la que realizaron la semana pasada en el mismo lugar, aunque en esa ocasión el acampe fue de 24 horas en los que los manifestantes cortaron la avenida.
Desde hace varios días se suceden las manifestaciones -alguna con ollas populares, como se conoce a la entrega de comida en la vía pública por parte de organizaciones sociales- que tienen entre sus consignas la implementación de una ley de emergencia alimentaria, propuesta por la oposición y que el presidente Mauricio Macri ha accedido esta mañana a debatir.
«Si (los legisladores) quieren cambiar y ampliar el proyecto, estaremos disponibles», dijo Macri sobre el proyecto, que se tratará este jueves en el Congreso sobre una ley ya existente.
La crisis económica en Argentina se ha agravado desde hace un mes: el 11 de agosto pasado, el opositor peronista Alberto Fernández sacó 16 puntos de ventaja a Macri en las elecciones primarias y las semanas posteriores el precio del dólar se disparó, la Bolsa se desplomó y el Gobierno tuvo que decretar restricciones cambiarias y medidas para «aliviar» el efecto de la inflación en los ciudadanos como eliminar el IVA en producto básicos.
En los últimos doce meses, la inflación ha sido del 54,4 % -dato oficial de julio-, y aunque la tendencia era de desaceleración hasta julio, lo ocurrido durante el «agosto negro» se reflejará de manera negativa en el dato de inflación de ese mes, que se difundirá el jueves.
«En un contexto en donde la inflación y el aumento de los alimentos en particular suben a ritmos acelerados, el salario de los sectores más desfavorecidos se mantiene en 7.500 pesos (133 dólares) (…) Nadie vive con 7.500 pesos», afirmaron las organizaciones sociales que realizarán las ollas populares en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno argentino, la Casa Rosada.
Para ellos, los aumentos del salario mínimo propuestos por el Ejecutivo de Macri son «insuficientes».
El presidente dijo que la subida del salario mínimo iba a «impactar en cuatro millones de argentinos», pero para las agrupaciones de izquierda se trata de «unos miserables 1.000 pesos (17,83 dólares) en dos tandas».
Estas protestas tienen lugar a poco más de un mes para las elecciones presidenciales, en las que Macri tiene complicado conseguir la reelección, ya que si se repiten los resultados de las primarias será presidente Alberto Fernández, que lleva como candidata a vicepresidenta a la exmandataria Cristina Fernández.
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