BUENOS AIRES (Argentina).- El monumento de Cristóbal Colón en Buenos Aires, donado por la colectividad italiana en 1906 y desmontado en el 2013 de su ubicación original, junto a la Casa Rosada, en medio de gran polémica, fue reubicado en otro lugar de la ciudad después de un largo proceso de restauración.
«Tras un breve exilio y su posterior restauración, volvió a ser emplazado para que embellecer el patrimonio artístico y cultural de la Ciudad», explicó el Gobierno de la capital, del oficialista frente argentino Cambiemos.
La estatua fue colocada en un apartado de la Costanera Norte, un paseo junto al río de la Plata.
«Estamos muy contentos de volver a contar con esta obra de arte en la ciudad. Es una pequeña reparación histórica para la colectividad italiana, que es una de las más influyentes del país y donó esta obra hace más de un siglo», explicó hoy, durante un acto junto al monumento, Diego Santilli, vicejefe del Gobierno porteño.
La escultura, realizada por el escultor Arnaldo Zocchi, fue un obsequio de la comunidad italiana y su Gobierno por el centenario de la independencia argentina, a principios del siglo XX.
Durante 90 años estuvo emplazada detrás de la Casa Rosada, sede del Gobierno en Buenos Aires, pero en el 2013, durante el mandato peronista de Cristina Fernández de Kirchner, se la retiró para colocar en su lugar el monumento a la líder revolucionaria de la independencia Juana Azurduy, de origen boliviano.
La escultura de Juana Azurduy fue emplazada en el parque de la Casa Rosada luego de que el gobierno kirchnerista decidiera mover el monumento a Cristóbal Colón, una medida que generó polémica entre los vecinos y asociaciones de inmigrantes italianos que habían regalado la estatua. |
Esa estatua fue un obsequio al Ejecutivo argentino que realizó en el 2015 el presidente boliviano, Evo Morales, durante una visita al país austral en la que aseguró que la sustitución de la luchadora por Colón suponía una «descolonización de la dominación».
Es así que cambiar un monumento por otro generó una fuerte polémica en su momento, especialmente por parte de la comunidad italiana, que en todo este tiempo ha bregado por que volviera a ser restituida la ubicación original del navegante, de origen genovés.
Ahora, con motivo de las obras de un nuevo paseo que cruza la parte posterior de la Casa Rosada, ambas esculturas han sido relocalizadas por el Ejecutivo local.
La de Juana Azurduy ya se colocó en septiembre junto al cercano Centro Cultural Kirchner, y la de Colón fue terminada de emplazar junto al río.
«Fue un trabajo artesanal el de la restauración y armado de las 250 piezas. La escultura quedó impecable y creo que en este lugar se va a destacar más esta obra de arte que es una de las más valiosas que tenemos en la Ciudad. Colón, como buen navegante, disfrutaría de estar a orillas del agua», aseguró Santilli.
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