BOGOTÁ, 10 sep.– La cifra total de muertos tras la violenta jornada de protestas contra el abuso policial de anoche en Bogotá y otras ciudades de Colombia ascendió este jueves a diez con el reporte de dos nuevos fallecidos en la capital del país y la populosa localidad de Soacha, informaron las autoridades.
Hasta la mañana de hoy se había confirmado el fallecimiento de ocho personas víctimas de disparos con armas de fuego, sin embargo en el transcurso del día los alcaldes de ambos lugares informaron de otras dos muertes.
En Bogotá fallecieron siete jóvenes entre los 17 y los 27 años de edad, mientras que en Soacha, localidad situada en el sur de la capital colombiana, murieron otros tres.
«Debo rechazar contundentemente los hechos acaecidos la noche de ayer donde resultaron tristemente tres seres humanos fallecidos», confirmó el alcalde de Soacha Juan Carlos Saldarriaga, quien agregó que además hay tres uniformados de la Policía hospitalizados bajo pronóstico reservado.
Por su parte, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, informó que la cifra de muertos en la capital se elevó a siete con el deceso de una joven que permanecía en una unidad de cuidados intensivos (UCI).
«Tenemos desafortunadamente un caso adicional de una persona fallecida. Falleció en el Hospital de Engativá Angie Paola Vaquero de 19 años, recibió un disparo el día de ayer, la atendieron y estuvo en cuidados intensivos pero desafortunadamente falleció», dijo López.
RECLAMOS A LA POLICÍA
Las protestas comenzaron frente al Comando de Acción Inmediata (CAI) de la Policía del barrio Villa Luz, en el oeste de Bogotá, en el que trabajaban los dos uniformados que en la madrugada de ayer sometieron con brutalidad y el uso prolongado de una pistola eléctrica Táser a Javier Ordóñez, abogado de 46 años y padre de dos hijos pequeños, que falleció poco después en una clínica.
La mandataria de Bogotá hizo un duro reclamo a la Policía, institución a la que señaló de haber desobedecido las instrucciones dadas por la Alcaldía desde noviembre del año pasado cuando Dilan Cruz, un joven bachiller, murió tras recibir un proyectil disparado de un miembro del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) durante una protesta en la capital.
«Puedo decir con absoluta certeza que ni desde el Puesto de Mando Unificado Nacional ni desde el Puesto de Mando Unificado Distrital se impartió ninguna orden ni autorización de uso de la fuerza y mucho menos de armas de fuego contra los manifestantes», aseguró.
Pese a ello, López dijo que «se usaron armas letales de manera indiscriminada contra ciudadanos inermes y jóvenes», y que «por lo tanto esos hechos deben ser investigados, sancionados y condenados por la justicia ordinaria independiente». EFE