VIENA.- El Gobierno de Austria anunció este viernes el cierre de siete mezquitas por difundir presuntamente ideas extremistas y la deportación de 60 imanes que reciben salarios desde Turquía, una decisión calificada por Ankara de «islamófoba» y «racista».
En conferencia de prensa el canciller conservador y democristiano Sebastian Kurz justificó su decisión señalando que “las sociedades paralelas, el islam político y el extremismo no tienen cabida en Austria».
“Estas medidas son «solo el principio», adelantó el «número dos» del Ejecutivo austríaco, el ultranacionalista Heinz-Christian Strache, quien prometió no tolerar «el discurso del odio bajo la apariencia de la religión».
Kurz lidera una coalición de derechas entre su conservador Partido Popular Austríaco (ÖVP) y el ultraderechista FPÖ, y ambas formaciones coinciden en el rechazo a la inmigración y al «islam político».
La decisión de cerrar estas mezquitas se tomó tras una investigación por la aparición en abril pasado de unas imágenes en las que un grupo de niños recreaban con uniformes militares -posando incluso como cadáveres amortajados con banderas turcas- la batalla de Galípoli, desarrollada en lo que entonces era el Imperio Otomano (hoy Turquía) durante la Primera Guerra Mundial.
Las imágenes desataron un gran debate en Austria sobre las ideas y los valores que se divulgaban en algunas de las mezquitas a las que acuden los musulmanes en Austria.
En total, viven en la república alpina unos estimados 700.000 musulmanes, entre los 8,8 millones de habitantes de Austria.
Sobre las mezquitas que se cerrarán en distintos lugares del país -cuatro en Viena, dos en la región de Alta Austria y una en Carintia- pesa la acusación, en un caso, de difundir ideas ultranacionalistas turcas y, en otros seis, de promover una versión ultraconservadora del islam.
En concreto se cerrará una mezquita en Viena vinculada a ideas turcas de extrema derecha y otras seis de una pequeña asociación árabe que difundía ideas cercanas al salafismo, una corriente musulmana que defiende una lectura e interpretación literal del Corán.
La asociación minoritaria que gestiona esas seis mezquitas con prédicas próximas al salafismo -la llamada «Comunidad Religiosa Árabe»- será además disuelta, anunció el Gobierno.
La asociación islámica mayoritaria en el país, la Comunidad de Culto Musulmán (IGGiÖ), ayudó en las investigaciones y confirmó que las mezquitas que se van a clausurar no cuentan con los permisos apropiados para funcionar.
El ministro del Interior, el ultranacionalista Herbert Kickl, aseguró a la prensa que hasta 60 predicadores de la asociación austro-turca ATIB podrían ser deportados junto a sus familias -en total, alrededor de 150 personas- por violar la ley austríaca que prohíbe a los imanes recibir fondos y salarios desde el exterior.
Es la primera vez que se aplica una ley aprobada en 2015 que prohíbe cualquier financiación extranjera de predicadores y lugares de culto musulmanes para limitar la influencia foránea sobre la comunidad islámica austríaca. (ECHA- Agencias)