VIENA.- El Gobierno austríaco anunció hoy algunas limitaciones del derecho al asilo, incluida una revisión de ese estatus después de tres años y un endurecimiento de las condiciones para la reunificación familiar.
Con esta medida, que entrará en vigor el 15 de noviembre, el Ejecutivo de coalición entre socialdemócratas y democristianos espera frenar la llegada masiva de refugiados a Austria.
El vicecanciller federal, el conservador Reinhold Mitterlehner, dijo hoy tras una reunión del consejo de ministros que «se trata de marcar una línea divisoria entre las personas que hay que proteger y aquellas que vienen a Europa por motivos económicos».
Así, al cabo de tres años de asilo, las autoridades examinarán de forma obligatoria, y no optativa como hasta ahora, el motivo de la llegada a Austria.
Según Mitterlehner, esta revisión supondrá un «gran esfuerzo administrativo», aunque, a su juicio, es la única posibilidad para mostrar que Austria ha llegado a su límite en acogida de refugiados.
Además, para que un refugiado pueda solicitar la llegada de sus familiares a Austria, éste deberá demostrar que dispone de ingresos para mantenerlos y no depender solo de ayudas estatales.
De acuerdo con el Gobierno austríaco, con estas limitaciones se busca advertir a quienes estén pensando en emigrar a Europa que se lo piensen porque ya no es seguro obtener el asilo y siempre existe el riesgo de una repatriación.
Organizaciones humanitarias como Caritas, Cruz Roja o la oficina austríaca de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) criticaron los planes del Gobierno.
Austria estima que registrará el 2015 unas 85,000 solicitudes de asilo, cuatro veces más que el año anterior.
Desde septiembre, han pasado por el país unas 400,000 personas de camino hacia Alemania y el norte de Europa.
Se calcula que un 5 por ciento de estos refugiados, en su mayoría sirios y afganos, pide asilo en Austria.