El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki moon, subrayó hoy en Lima la importancia de mantener «el desarrollo y la paz de la mano» porque la desesperanza atrae a la violencia, durante su participación en un panel sobre el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible en el 2030.
Como parte de las actividades en el marco de la junta de gobernadores del Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Ban estuvo en un panel con el presidente de Perú, Ollanta Humala, el presidente del BM, Jim Yong Kim, la directora del FMI, Christine Lagarde, y la Secretaria de Estado de Desarrollo Internacional del Reino Unido, Justine Greening.
El máximo representante de la ONU recordó los retos a que se enfrenta el mundo para resolver los conflictos y llevar adelante los objetivos de desarrollo, establecidos en septiembre pasado en Nueva York.
En ese sentido, afirmó que «el desarrollo y la paz deben ir de la mano, porque cuando hay desesperanza, la única salida es recurrir a la violencia para solucionar sus problemas».
«Hemos estado aprendiendo mucho de los países que han superado la fragilidad, porque cuando hay una crisis real desplegamos un trabajo de mantenimiento de la paz, que cuesta muchísimo dinero», indicó.
Greening llamó la atención sobre la crisis de los refugiados en Europa y la responsabilidad de las naciones que pudieron haber hecho algo antes para evitarlo.
«Hay millones de refugiados y hay que ayudarles a los países a ver este tema, pues los niños necesitan escuela, sus padres necesitan trabajo, y tenemos que organizarnos mejor para ver cuáles son las estructuras adecuadas para ayudar a los refugiados y cómo se financia», indicó la secretaria de Desarrollo Internacional de Reino Unido.
Greening agregó que «si no se puede tener la política correcta y llegar a entrar a un futuro de paz, es sumamente difícil que podamos tener un progreso».
El presidente del Banco Mundial recordó los esfuerzos conjuntos con la ONU para financiar el proceso de paz en la zona conocida como el cuerno de África, donde lograron colocar 1.000 millones de dólares para el desarrollo.
A su vez, el mandatario peruano dijo que su país también vivió «épocas de violencia muy duras» con el terrorismo entre 1980 y 2000, pero que el próximo año romperán un récord al tener cuatro periodos gubernamentales consecutivos sin haber sido interrumpidos por una dictadura.
Humala felicitó a Colombia porque está encontrando su camino hacia la paz en las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El jefe de Estado agregó que «la conflictividad que está viviendo el mundo puede complicar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo porque pueden interrumpir los flujos de abastecimiento, los costos de transporte y producción», e instó a la comunidad internacional a incrementar sus esfuerzos por la paz.
Greening anotó que existe además una generación de jóvenes que está creciendo sin empleo, en países frágiles, y por lo tanto «tenemos que trabajar arduamente para que sean economías que puedan dar estabilidad» a su población.
Ban precisó que los objetivos de desarrollo sostenible cubren «todo el espectro de la vida y el planeta: solo en dos palabras están centrados en la gente y son amigables para el planeta», indicó.
«Si lo logramos para el 2030 podemos esperar que no habrá pobreza, habrá igualdad de género, se podrá vivir en un mundo más pacífico», agregó.
Lagarde opinó que su cumplimiento «es costoso, pero vale la pena», y agregó que el FMI puede ayudar a movilizar los recursos de los países en desarrollo para cumplir con los 17 objetivos.
Ban destacó que, el pasado 25 de septiembre, fue «el día más histórico para la humanidad», donde se habló de la agenda post 2015 sobre el cumplimiento de los objetivos y observó que todos los líderes del mundo dieron una ovación porque sintieron «mucho orgullo».
El secretario general señaló que los objetivos se centran en terminar la pobreza, la hambruna y la desnutrición, asegurar la calidad de la educación, la igualdad de género, tener una energía sostenible, moderna y confiable, entre otros. EFE