ATENAS.- Los bancos en Grecia permanecerán cerrados en los próximos días a la espera de que el Banco Central Europeo (BCE) vuelva a ofrecer inyecciones de liquidez, confirmó a Efe fuentes de la unión bancaria helena.
«Los bancos dispondrán de liquidez suficiente hasta el próximo miércoles», día en que el BCE volverá a deliberar sobre los créditos de emergencia a la banca griega, dijo la citada fuente.
Por el momento, se mantendrá por tanto en 60 euros el límite de retirada de efectivo en cajeros, así como la prohibición de efectuar transacciones al extranjero, con excepción de pagos comerciales aprobados por una comisión especial.
Se mantiene, en cambio, sin límite las transacciones electrónicas nacionales, así como las retiradas de efectivo en cajeros con tarjetas de bancos en el extranjero.
La decisión se tomó después de que el consejo de gobierno del BCE decidiera hoy nuevamente no ofrecer liquidez adicional a los bancos griegos y mantener el máximo de créditos de emergencia en 89.000 millones de euros, pese al acuerdo alcanzado esta mañana entre el Gobierno de Atenas y los líderes de la eurozona para iniciar negociaciones sobre un tercer rescate.
Según las citadas fuentes bancarias, la decisión del BCE de no ofrecer financiación adicional se debió básicamente a que en los bancos griegos hubo entradas de liquidez en los últimos días.
Fuentes gubernamentales precisaron a Efe que en los bancos hay todavía en torno a 350 millones de euros disponibles, una cifra relativamente alta si se tiene en cuenta que el jueves pasado quedaban ya solo 700 millones de euros.
Esto se debe, según las citadas fuentes, a que el Estado inyectó en el sistema bancario 200 millones de euros del pago de salarios.
Este dinero pudo ser desembolsado porque el Estado, a su vez, tuvo ingresos inesperados procedentes del pago de impuestos de muchos empresarios que, por temor a sufrir quitas en sus depósitos, optaron por saldar deudas con el fisco.
El BCE tiene previsto celebrar su próxima conferencia telefónica el miércoles, día para el que está prevista la votación en el Parlamento heleno del primer paquete de medidas acordadas esta madrugada entre Grecia y los socios de la eurozona.
Los analistas parten de la base de que, aun cuando puedan abrir los bancos en los próximos días, se mantendrá el control de capitales por algún tiempo.
Grecia cumplió hoy su segunda semana de corralito, que coincidió con el incumplimiento de un nuevo pago al Fondo Monetario Internacional (FMI), en esta ocasión de 500 millones de euros.
Hasta que no fluyan los primeros 7.000 millones de euros que los líderes de la eurozona reconocieron como necesidad más inmediata antes del próximo lunes, en que vence un pago de 3.500 millones de euros al BCE, Grecia no estará en condiciones de devolver pago alguno.
Con estos 7.000 millones -supeditados a la aprobación por el Parlamento heleno de una primera serie de acciones previas, como el cambio del régimen del IVA o de las pensiones- el Estado podrá hacer frente no solo al pago al BCE, sino también a las deudas al FMI. ♦