WASHINGTON.- Al iniciarse el Supermartes III, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuestionó duramente que se utilice “la retórica vulgar y divisoria dirigida a las mujeres y las minorías y de los estadounidenses que no se parecen a nosotros o no rezan lo mismo que nosotros».
«Hay muchos líderes que se mantuvieron en silencio durante esta retórica» remarcó el mandatario quien también condenó la violencia en la campaña presidencial de 2016, en clara referencia al republicano Donald Trump durante un almuerzo de la unidad en el Capitolio.
Obama manifestó su preocupación por las protestas que se han intensificado durante los actos proselitista del magnate inmobiloiario, Donald Trump, así como el plan del candidato presidencial republicano de deportar a los inmigrantes que viven ilegalmente en el país.
Estados Unidos celebra una nueva jornada de supermartes en el proceso abierto de primarias para elegir a los candidatos demócrata y republicano a las elecciones presidenciales de noviembre, con votos en cinco grandes estados, entre ellos los clave de Florida y Ohio.
Durante esta jornada votarán los demócratas y republicanos en Florida, Ohio, Illinois (donde se encuentra la ciudad de Chicago, la tercera más poblada del país), Missouri y Carolina del Norte, que reparten un gran número de delegados.
De entre estos, se destacan en el caso del Partido Republicano en Florida y Ohio, ya que en ellos el ganador de la contienda se llevará el 100% de los delegados, 99 en el caso de Florida y 66 en el de Ohio, independientemente del margen de la victoria.
Ganar en ambos estados podría suponer un paso de gigante para la campaña del actual aspirante mejor posicionado entre los conservadores, el magnate inmobiliario Donald Trump, quien necesita llegar a la convención del partido en julio con al menos 1.237 delegados y actualmente tiene asegurados 460.
Una victoria de Trump en Florida significaría prácticamente la retirada de la carrera de su rival Marco Rubio, senador por ese estado sureño; mientras que de llevarse Ohio, probablemente ocurriría lo mismo con John Kasich, gobernador de ese estado del medio oeste industrial.
Por el contrario, victorias de Rubio y Kasich en Florida y Ohio respectivamente dejarían muy dañado a Donald Trump y volverían a situar la carrera republicana al rojo vivo, sin un favorito claro para lograr la nominación.
En el caso de los demócratas, los delegados se repartirán proporcionalmente en todos los estados, en la que se espera que sea una jornada muy beneficiosa para la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, quien lidera con mucho margen los sondeos, con la única excepción de Missouri, donde el senador autoproclamado socialista democrático Bernie Sanders presenta más batalla. (ECHA – Agencias)