MADRID.- Un impresionante encuentro del cuadro catalán doblegó al Chelsea y aupó al Barcelona a conseguir su primer título de la máxima competición europea y convertirse en la primera escuadra española en conseguirlo en el fútbol femenino.
El Fútbol Club Barcelona tan solo necesitó 35 minutos para cerrar esta edición de la Champions League femenina. En ese tiempo, el conjunto catalán consiguió doblegar al Chelsea y marcar cuatro tantos que les sirvieron para alzar la copa.
El Barça cierra así una temporada espectacular en la que también fueron campeonas de la Liga española con una superioridad apabullante, después de haber ganado los 26 encuentros que corresponden al campeonato y haber obtenido todos los puntos posibles y una diferencia de 123 goles a favor.
Para el Chelsea esta era su primera final de Champions League femenina, después de varios años de superioridad del Olympique de Lyon, que había ganado las cinco ediciones anteriores.
El cuadro ‘blue’ remó a contracorriente prácticamente desde los primeros compases del encuentro, después de que una desafortunada acción en la que la futbolista blaugrana Lieke Martens pegara al travesaño el balón tras un tiro y el rebote hiciera que la futbolista Melanie Leupolz encajara en propia puerta a los 33 segundos de encuentro.
El Chelsea tuvo la oportunidad de contraatacar de inmediato y resarcirse con un disparo errado de Pernille Harder, cuyo fichaje en septiembre desde el Wolfsburgo supuso una transferencia de récord para el fútbol femenino. A pesar de gozar de un disparo a quemarropa no acertó.
El Chelsea tuvo problemas para lidiar con la presión del Barça y se fue 2-0 atrás en el minuto 14 cuando Leupolz fue penalizada por una falta a Jennifer Hermoso en el área, y Alexia Putellas no cometió errores desde el punto de penalti. Este duro mazazo dejó fuera del partido al conjunto londinense.
El Chelsea hizo todo lo posible para avanzar, pero encontró su camino bloqueado por una defensa que solo ha concedido cinco goles en 26 partidos de Primera División esta temporada.
Aitana puso el 3-0 siete minutos después, completando una magnífica jugada de pase de un saque del Barça con un confiado remate con la zurda. Tras esto las jugadoras del Chelsea se reunieron para intentar sobreponerse a los tres goles recibidos.
Pero esa discusión no evitó que los problemas continuaran. Los desajustes defensivos se hacían más que evidentes para las atacantes catalanas y Lieke Martens sobrepasó a Niamh Charles por la banda izquierda y centró para que la extrema noruega Caroline Graham Hansen anotara el cuarto gol en el minuto 36.
El cambio del Chelsea a un estilo más directo produjo una mejora en la segunda parte, pero no fue suficiente para evitar que el club catalán se acercara a la victoria, con el banquillo azulgrana explotando de celebración cuando sonó el pitido final para confirmar su condición de mejor club de Europa.
«Empezamos, desde el principio, con confianza. No sentimos tanta presión como en otros partidos. Queríamos ganar, y eso es lo que hicimos», dijo a la prensa el técnico del Barça, Lluís Cortes.
Desde el banquillo del Chelsea se resaltó la tremenda decepción de las jugadoras con su juego y con haber estado fuera de la final prácticamente desde el comienzo de esta.
El Barcelona pudo resarcirse de esta forma de su derrota contra el todopoderoso Olympique de Lyon en 2019. En esa ocasión fue el conjunto catalán quien se encontró cuatro goles abajo en los primeros minutos de encuentro y quien finalmente perdió la final por 4 goles a 1 ante los franceses.
Fuente: agencias noticiosas