BRUSELAS.- Michel Barnier, el negociador jefe de los Veintisiete, se desplaza hoy a Londres para reunirse en persona con su homólogo británico, David Frost, para dar el último empujón a las negociaciones del Brexit.
El tiempo apremia ya que el próximo 1 de enero, si no hay acuerdo, se sucederá un Brexit caótico a ambos lados del canal de la Mancha. Esto supondrá la vuelta de las tarifas arancelarias y que el intercambio de bienes estará sujeto a las normas de la Organización Mundial del Comercio. Y éste es el único ultimátum hasta la fecha que sabemos con seguridad que no precederá a otro ultimátum.
Según asegura el periódico británico The Guardian, Barnier aseguró a Frost el pasado martes que las negociaciones entrarán en punto crítico si Reino Unido no muestra intenciones de avanzar este fin de semana. Nuevo ultimátum de 48 horas. Parece que se acerca la hora de la verdad.
LOS ESCOLLOS
Pero a pesar de que se han producido avances, los tres puntos de discordia -acceso a las aguas pesqueras, gobernanza sobre el acuerdo y competencia justa- siguen abiertos. Se acaricia el pacto, pero también existe el peligro de que todo pueda saltar por los aires.
“Estos son días decisivos para nuestras negociaciones con el Reino Unido pero francamente a día de hoy no puedo asegurar que al final habrá un acuerdo”, reconoció este pasado miércoles la presidenta del ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ante el hemiciclo europeo.
“Con el poco tiempo que nos queda haremos todo lo que esté en nuestro poder para llegar a un acuerdo. Estamos listos para ser creativos, pero no para poner en cuestión la integridad del mercado único, la principal salvaguarda de la riqueza y la prosperidad de Europa”, añadió la política alemana.
Precisamente una de las grandes preguntas es cuánto tiempo queda realmente para negociar desde el punto de vista técnico, teniendo en cuenta que el último ultimátum expiró a principios de este mes y nadie pareció darle demasiada importancia.